Cuando se habla de vacaciones, siempre se piensa en temporadas de descanso, en alejarse de la rutina de trabajo y casa y buscar estar sin estrés. Por ello, normalmente se evita viajar a lugares que son percibidos como de alto riesgo o donde hay problemas. Muchas veces, las decisiones se basan en lo que se ve en las noticias. Sin embargo, a veces las grandes experiencias de viaje ocurren en lugares de esos que hacen preguntarse a la familia y a los amigos por qué ir ahí si es tan riesgoso.
Y no se trata de andar por el mundo totalmente despreocupado y sin precauciones. Si se hace una buena investigación es posible tener mejor información sobre las condiciones reales de cada lugar. Eso evita perder la posibilidad de visitar lugares maravillosos y conocer gente y culturas extraordinarias por culpa de una información incompleta o sesgada.
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