El actor y músico canadiense, Cory Monteith, figura estelar del programa de la cadena Fox, Glee, en la que interpretaba a Finn Hudson, falleció el sábado a los 31 años de edad, en Vancouver.

 

Cory llegó a Vancouver el pasado 6 de julio y se hospedó, desde ese día, en el hotel Fairmont Pacific Rim ubicado en el paseo marítimo. La fecha registrada para retirarse del hotel era el sábado pasado por lo que, al no hacer su registro de salida, personal del hotel acudieron a la habitación y encontraron al actor sin vida por lo que llamaron al equipo de emergencias y a la policía local.

 

El Departamento de Policía de Vancouver, a través de su director interino Doug LePard, informó que los paramédicos declararon la muerte en la misma habitación del hotel en la que se encontró, así como que no existían rastros que determinen algún tipo de violencia o riña en el lugar. Sin embargo, será hasta el día de hoy cuando las autoridades informen la causa de la muerte con los resultados de la autopsia.

 

La tristeza inició desde el mismo país que lo vio nacer y morir por lo que las autoridades demostraron su dolor y pésame: “Queremos transmitir nuestro más sentido pésame a la familia, amigos, compañeros de reparto y millones de fans del señor Monteith. Como fue el caso de innumerables hogares, vi Glee regularmente con mis hijas y yo sé que habrá conmoción y tristeza en muchos hogares con la trágica noticia de su muerte”, agregó LePard.

 

La policía informó también que se cuenta con videos de las personas que estuvieron con el actor horas antes de su fallecimiento, por lo que inició la investigación y los interrogatorios para tener la certeza de lo ocurrido.

 

Su casa, Fox, así como los productores de Glee, en un comunicado de prensa, señalaron que era “un artista excepcional y una persona aún más excepcional. Fue un verdadero placer trabajar con él, todos lo vamos a extrañar muchísimo. Estamos en estado de shock y duelo por esta trágica pérdida”

 

Éste caso específico es distinto a muchos otros en los que los actores, a edad temprana, llegan a la fama y no pueden controlar la nube de la popularidad y el dinero, sumiéndose en el mundo de las drogas. Cory inició su consumo a los 13 años de edad, producto de una familia disfuncional, su padre lo abandonó a los 7 años, vivía con su madre pero sin la atención que requería.

 

Pasó por 12 colegios en tan sólo 9 años, lo que no le permitía generar un arraigo y abandonó el colegio e inició a trabajar y tocar la batería, al poco tiempo las drogas eran parte de su compañía.

 

A los 19 años y después de muchas crisis, altibajos y robarle a su familia, entró en rehabilitación para salir adelante. En 2004 logró ingresar al casting de StarGate Atlantis y su vida empezó a tomar rumbo. Al poco tiempo, después de enviar para las pruebas de Glee un video tocando la batería, consiguió el papel de Finn.

 

En 2011 dijo que tenía “suerte de estar vivo” por el alto consumo y vida que había llevado en el pasado.

 

Al tiempo recayó, y fue en abril del 2013 que decidió internarse de manera voluntaria durante un mes en un centro de rehabilitación para terminar con su consumo de drogas.

 

Su novia, coprotagonista de Glee, Lea Michele fue la mayor activista y apoyo que Cory tuvo para salir adelante pues, a pesar de la fama sobre que el amor entre ellos era publicidad para el programa, Lea mostró en todo momento su interés y lo acompañó siempre en su recuperación.

 

Es una pena lo ocurrido, y a pesar de que los jóvenes no siempre escuchen, el mensaje que nos deja esta muerte –sin confirmar que haya sido por drogas pero tan sólo por la vida que tuvo- es que las drogas destruyen tu vida, familia, amigos y a ti.