Eduardo Romero Barrios se hacía pasar por un adolescente en las redes sociales, contactaba por internet a menores de países como Australia, Ucrania o Estados Unidos, hacía amistad con ellos y los convencía de posar sensualmente para las webcam, logrado esto los extorsionaba para que las imágenes fueran cada vez más explicitas o de lo contrario, les decía, revelaría las fotos a sus familiares.
Romero Barrios es mexicano, tiene 33 años, vive en Monterrey y es una de las 255 personas, de nueve países, que fueron detenidas ayer como parte de una red de pornografía infantil, que explotaba a menores de entre tres y 17 años.
Hace seis semanas se inició la Operación iGuardián. Un grupo de agentes especiales de la oficina de Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security) jaló la primera hebra. El 29 de mayo pasado fue detenido Ronald Mabee, en el condado de Grand Rapids, Michigan, cuando intentaba recibir pornografía infantil y al revisar sus cosas encontraron material de explotación sexual de menores.
Dos días después, en el Aeropuerto Internacional de Orlando, recién llegado de Brasil fue aprehendido Warren Scott Kennell, quien portaba material sospechoso que al ser revisado se confirmó que se trataba de pornografía infantil. Ante la evidencia, Kennel aceptó su participación, reveló incluso que era él quien aparecía en algunas imágenes abusando de una menor.
Con la confesión y datos aportados por Kennel, la investigación se amplió. A los pocos días fue capturado Alan James Ender, un empleado federal que trabajaba en la Base Aérea Patrick, y a quien se le pudo comprobar que explotaba sexualmente a dos menores.
En Florida siguieron las detenciones, en Daytona Beach, fue capturado Mickey Thomas Turner, de 65 años, a quien se le levantaron cargos de posesión de pornografía infantil. Los agentes dijeron que encontraron que la descargaba a través de su teléfono celular.
En Melbourne, Florida, Kevin Porter, de 26 años de edad, fue arrestado después de un gran jurado federal lo acusó por cargos de distribución y posesión de pornografía infantil.
Poco a poco fueron cayendo los líderes de la red que involucró la explotación sexual de al menos 61 menores que han sido identificados, la mayoría de ellos contactados mediante redes sociales en internet.
Ya el 4 de junio fue detenido Jimmy Caraballo-Colón, originario de Puerto Rico, quien solía ser entrenador de porristas y atletas. La aprehensión se realizó en Greenwood Village, Colorado, justo cuando Carballo chantajeaba a una menor de 17 años a quien había contactado mediante un chat de video por internet.
Los agentes de Estados Unidos pudieron identificar a otras cuatro menores, de 15 y 16 años, que también eran extorsionadas, dos viven en Australia, y las otras dos chicas en Países Bajos y Estados Unidos. Sin embargo, en las investigaciones se detectaron a otras 80 víctimas, pero no han podido ser identificadas plenamente.
Para el 5 de junio los investigadores prepararon una operación encubierta para detener a John David Boyle, de 49 años, maestro de secundaria de Glendora, California. Tras la operación, descubrieron que uno de sus alumnos, de 14 años, fue víctima del abuso de Boyle, pero todavía se investiga cuántos más pudieron afectados. El profesor también está acusado de propaganda, distribución, posesión e intento de recepción de pornografía infantil por internet.
Una de las últimas operaciones de iGuardián se llevó a cabo en México, en donde los agentes de Estados Unidos pidieron el apoyo de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Municipal de Monterrey, para poder detener a Eduardo Arturo Romero Barrios.
La hebra llegó hasta Romero, porque extorsionaba a dos niñas de Arkansas, Estados Unidos, de 11 y 13 años. Y los investigadores documentan en su contra tres casos más de explotación infantil para obtener pornografía, de menores ubicadas en Kentucky, Australia y Ucrania.
Dato
244
personas fueron arrestadas en Estados Unidos, 11 en Brasil, y otras más en Canadá, Israel, México, Filipinas, Singapur, Corea del Sur y Tailandia.