Nació el 28 de junio de 1973 en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Su vida delictiva inició como narcomenudista los fines de semana en la colonia Hidalgo, donde Arturo Sauceda Gamboa, El Caris, se fijó en su talento como vendedor. Después, el Z-40 trabajó unos meses en una mueblería donde se dio de alta ante las autoridades hacendarias y pagó impuestos con el Registro Federal de Contribuyentes TRMM730628. También realizó trabajos en Estados Unidos, ya que su familia es el prototipo de los habitantes de la frontera, acostumbrados a cruzar todos los días la línea, por trabajo, compras o de visita a los parientes que viven del otro lado.
Su conocimiento de la frontera y de las rutas y cruces que hay entre Tamaulipas y Texas, así como su capacidad administrativa fueron características muy importantes para que pudiera ascender rápidamente en la cadena de mando. Su cercanía con Heriberto Lazcano Lazcano se dio por su eficacia en las tareas que le eran encomendadas, ya que él no tenía ninguna experiencia militar o policiaca.
La capacidad del Z -40 para el trasiego de droga era envidiada, ya que había veces que en un día podía cruzar hasta 20 toneladas distribuidas en más de 100 embarques, sin que ninguno de ellos fuera interceptado. Esto se debía a una red denominada gatekeepers, que consistía en un ejército de vigías que a través de radios nextel se comunicaban en los dos lados de la frontera para asegurar que los cargamentos pasaran sin ningún problema.
Su control de la ciudad era tal que manejaba un circuito cerrado de más de 60 cámaras. La policía federal decía que un operativo contra algún blanco en Nuevo Laredo tenía que iniciar con una incursión desde Estados Unidos para burlar este cerco.
Cuando aumentó la violencia en Nuevo Laredo, a principios del 2006, el Z -40 se trasladó a Paris, Texas, donde desarrolló una ruta de trasiego que llega directo a la ciudad de Atlanta. Su capacidad para negociar y su logística hacen que ésta sea llamada la nueva ruta de la cocaína. Heriberto Lazcano acordó con los miembros del Cártel del Golfo que los Zetas pudieran aumentar su capacidad de distribución de cocaína y designó al Z -40 como embajador de su grupo. De ahí, en tan sólo un año, los Zetas pasaron de tener presencia en cinco países a más de 40.
En el 2009 una investigación de la policía italiana descubrió una red de trasiego controlada desde Nuevo Laredo; sin embargo, la cocaína nunca pisaba suelo mexicano. La ruta era de Venezuela hacia Costa de Marfil y terminaba en puertos italianos. Esta línea de negocio triplicaba las ganancias de los Zetas, ya que el precio en EU era de 20 dólares contra 40 euros en Europa.
Pero el Z-40 también tuvo sus errores, el primero fue la inversión en Stanford Bank, donde se estima que los Zetas perdieron más de 400 millones de dólares en cuentas que quedaron congeladas en este banco caribeño.
Su afición por los caballos de carrera también fue una de las causas que alertaron a las autoridades de EU y esto llevó a que capturaran a su hermano. Pero, sobre todo, a que una vía para lavar dinero fuera cerrada.
Su captura representa una victoria de corto plazo para las autoridades mexicanas, ya que las facilidades para traficar droga en Tamaulipas siguen intactas. Es importante tomar control de esa parte de la frontera con EU.
Al día de hoy, existen más de 120 caminos rurales que cruzan la frontera de ambos países. Por un lado entra droga por otro entran armas. Hasta que México no tenga el control de sus aduanas y no acelere los mecanismos para erradicar la impunidad en Nuevo Laredo, donde todos saben en qué dirección viven los narcotraficantes, habrá otra persona que tome su lugar. Ahí esta esperando Mario Alfonso Cuéllar Salazar.