BEIJING. Tang Hu, una mujer que fue obligada a pasar 18 meses en un campo de trabajos forzados el año pasado, luego de que exigiera castigos más severos para los hombres  que secuestraron, violaron y prostituyeron a su hija de 11 años, ganó una apelación para que se le pague una indemnización por violar su libertad personal y causarle daño psicológico, un caso que provocó una gran indignación pública.

 

Esta inusual victoria, concedida por la Corte Superior de la provincia de Hunan, se dio luego de que la madre presentara una demanda judicial en enero contra la comisión laboral de la ciudad de Yongzhou, exigiendo una disculpa y una indemnización, pero como se le hizo poco, optó por presentar una apelación ante una corte provincial.

 

La corte ordenó que la comisión laboral le pague a Tang dos mil 941 yuanes (500 dólares).

 

El sistema de campos de trabajo forzado o “reeducación a través del trabajo” fue establecido para castigar a los detractores iniciales del Partido Comunista pero ahora es usado por los funcionarios locales para enfrentar a la gente que desafía su autoridad sobre asuntos que abarcan desde derechos agrarios hasta corrupción. Los casos como el de Tang el año pasado han galvanizado a los críticos, muchos de ellos dentro del gobierno y se ha intensificado la expectativa del público para una reforma del sistema.

 

Pu Zhiqiang, abogado de Tang, dijo que el significado del juicio fue limitado porque se centra en la obtención de una compensación en vez de un cuestionamiento de la legalidad de la sentencia a un campo de trabajos forzados que recibió.