Los cigarros ilegales son dos veces más adictivos y junto con el tabaco, en muchos de ellos, mezclan fertilizantes, aserrín y heces de rata. Es por eso que el incremento en la disponibilidad de las cajetillas ilegales en las calles de todo el país y el crecimiento de los fumadores jóvenes, encendió ya la alerta de los especialistas, ante lo que puede convertirse, en pocos años, en un grave problema de salud pública en México.

 

Lo paradójico es que las investigaciones muestran que detrás de los cigarros ilegales en el mundo, está la propia industria tabacalera, al menos así lo confirmó el informe “Secretos de la industria tabacalera” de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

 

“En esa investigación de la Organización Panamericana de la Salud se da a conocer a la opinión pública, que son las mismas tabacaleras que venden las marcas reconocidas las que están distribuyendo este tabaco de contrabando en el país. ¿Porqué lo hacen?, hay muchas razones y todas son económicas: si yo hago el tabaco disponible a un precio mas bajo puedo hacer que la población entre en contacto con la nicotina a edades más tempranas…” aseveró Eduardo Hernández, fundador de la Clínica del Tabaco.

 

La organización no gubernamental Global Tobacco Free Kids también publicó el informe “Tráfico Ilegal de Tabaco, ganancias Ilegales y Peligros Públicos”, en el que muestra casos documentados en Estados Unidos, Canadá y Europa, donde empresas como Philip Morris International y Rothman Benson and Hedges pagaron grandes sumas y reparaciones económicas luego de que de demostrara su participación en casos de tráfico ilegal de cigarros.

 

Por eso los especialistas no tienen duda en que, a través de cajetillas ilegales, esas empresas buscan generar adicción en los jóvenes y de esa forma ampliar su mercado al engancharlos en el consumo del tabaco.

 

“Si yo hago el tabaco mas barato entonces los niños pueden tener acceso a la nicotina y resulta que uno de cada diez se va a enganchar al consumo del tabaco con un cigarro, esa cifra es alarmante porque si esta niño de 12 años, no tuviera disponible el tabaco entonces las posibilidades de la tabacalera tuviera un cliente más se disminuye de una manera muy importante”, añade el especialista.

 

Aunque las 11 investigaciones formales de la Procuraduría General de la República (PGR) no vinculan a las tabacaleras en tráfico ilegal de cigarros, también es cierto que esas compañías no se molestan por presentar las denuncias por ese delito, que supuestamente les causa un daño superior a los 500 millones de pesos.

 

La estrategia de la industria tabacalera, sostiene Angélica Ocampo -coordinadora de la Clínica contra el Tabaquismo del Hospital General de México (HGM)-, se centra en dos puntos importantes: el que tiene que ver con el ingreso de estos cigarrillos al mercado negro como gancho para atraer a los niños, con cigarros más baratos y así provocarles adicción. El segundo, es que este producto entra al país por las diferentes fronteras del sur y se venden en la zona libre de Belice, desde donde se distribuye por todo México.
El problema de salud publica comienza a mostrar los primeros síntomas, porque la edad de atención de enfermedades crónico degenerativas disminuyó 10 años. Mientras que en 1980 padecían estos padecimientos personas de entre 60 y 70 años, ahora la edad es entre los 50 y 65.

 

Heces de rata

 

A pesar del crecimiento exponencial en la venta ilegal de cigarros en el país, las autoridades no han elaborado un estudio que permita definir cuál es su contenido preciso e identificar su calidad, solamente se conocen los resultados de la revisión de algunas muestras.

 

“Hasta el momento no hay nada que determine el contenido de un cigarro ilegal, el único componente del que se tiene certeza es el monóxido de carbono; pero se ha detectado que contiene otras sustancias como fertilizantes y en lugar de tabaco contiene aserrín, en algunos cigarros se han encontrado también, heces de roedor.

 

“Buscando en la página de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) no hay nada que determine qué es lo que contiene, no hay nada escrito con respecto a las propiedades que contiene el tabaco ilegal”, evidencia Ocampo.

 

Este cigarrillo, añade la especialista, es un problema por todos lados, en primera porque Hacienda no lo controla y no genera ganancias impositivas, además el precio de estas cajetillas es de 10 pesos en promedio, lo que propicia que la gente fume más y que las campañas para la erradicación del tabaco se vean fragmentadas.

 

Las diferencias fundamentales entre el tabaco legal y el ilegal es que, además de que se venden en vía pública, en puestos callejeros o semáforos, los pictogramas en las cajetillas son inexistentes y no tienen advertencias sanitarias. En el caso de los cigarros sueltos, su precio es extremadamente bajo, apenas dos pesos, aproximadamente, lo que facilita su compra para cualquier niño.

 

Mayor adicción

 

Un cigarro se compone de cerca de 7 mil compuestos químicos, de los cuales 60 son cancerígenos. Los tres principales compuestos que se inhalan por la combustión del cigarro son: la nicotina, el monóxido de carbono y los alquitranes.

 

La nicotina es la sustancia que desarrolla la adicción, y es en este compuesto en donde radica la diferencia entre los cigarros legales e ilegales, mientras que los primeros tienen permitido entre 7 y 8 miligramos de esta sustancia, un tabaco ilegal contiene entre 12 y 15 miligramos.

 

Esta droga es un estimulante que acelera el ritmo cardiaco, ayuda a que las arterias y el corazón se llenen de colesterol malo y produce infartos. Cuando ingresa el humo del tabaco al organismo, transporta sustancias cancerígenas que son las que determinan el órgano donde se desarrollará el cáncer, desde la boca hasta la vejiga, que es por donde se desechan muchos componentes tóxicos.

 

Tabacaleras responsables

 

El Proyecto Latino es un esfuerzo de las tabacaleras, British American Tobacco y Philip Morris International, para crear un mercado sin pago de impuestos para hacer disponible de manera masiva y barata el tabaco a la población latinoamericana.

 

La OPS reveló en 2003 el resultado de una investigación sobre las tácticas de las tabacaleras para proteger sus ganancias. Una de ellas, la más grave, la participación de estas compañías en las redes del contrabando de cigarros para aumentar  sus ventas, aunque públicamente digan oponerse a la comercialización ilegal.

 

Estas empresas, evidenció el informe, contrataron investigadores, médicos y científicos para tergiversar estudios que vinculaban el humo ambiental de tabaco con enfermedades en no fumadores. Y diseñaron campañas de “prevención de tabaquismo en los jóvenes” como herramientas de relaciones públicas, al mismo tiempo que las campañas de comercialización tenían por destinatarios a los fumadores jóvenes.

 

British American Tobacco comercializa, para México, las marcas Raleigh, Montana, Fiesta, Alas y Gratos; mundialmente vende, Dunhill, Pall Mal, Lucky Strike, Kent, Camel, Viceroy. Mientras que Philip Morris International  comercializa las marcas Malboro, Delicados, Benson & Hedges, Faros.

 

Fuman más

 

En 2008, la Encuesta Nacional de Adicciones reportó en México más de 14 millones de fumadores. Tres años después, en 2011, se registraron más de 17 millones. Esta encuesta reveló que aumentó el número de mujeres fumadoras, por ahora alcanzan el 12.6%, y que las niñas inician con esta adicción a más corta edad que un niño.

 

Este es un problema de salud pública, porque la anatomía del cuerpo femenino es más vulnerable a los componentes químicos del tabaco, sumado a que la edad de inicio para fumar es más corta y es un momento en que no se ha desarrollado completamente el organismo, ni los pulmones y cerebro, y los efectos repercuten directamente en estos dos órganos que son vitales para el desarrollo de los seres humanos.

 

Por ello, la edad de tratamiento de enfermedades crónico degenerativas continuará disminuyendo, por ahora ya se atienden a personas en la clínica contra el tabaquismo desde los 50 años de edad.

 

A esto se suma otro problema para el sistema de salud, la atención a quienes enferman por consumo involuntario de tabaco, por ahora son 600 mil los fumadores pasivos que mueren al año en el mundo.

 

Para el 2030, advierte Angélica Ocampo, más de 10 millones de personas van a morir, a nivel mundial, por consumo directo de tabaco.

 

El estilo de vida de los mexicanos ayuda a que además del tabaquismo, otros problemas dañen la salud, por ejemplo: México es el primer a nivel mundial en consumo de refresco, es uno de los más obesos del mundo y este problema combinado con la nicotina genera enfermedades cerebrovasculares y del corazón.

 

Cuando una persona comienza a fumar, inmediatamente el organismo, empieza a buscar otras alternativas para sentir energía y entonces empieza a tomar más café, a comer más grasas, y también pierde la sensibilidad en la boca y el gusto por la comida, y en ese momento empiezan otros hábitos, detalló.

 

Cifras de fumadores en México:

 

Al año mueren 60 mil
Cada día mueren 165
Hoy día 17.3 millones de mexicanos son fumadores activos, el 11.4% son adictos
Radiografía de un cigarro

 

– El monóxido de carbono invade los glóbulos rojos, transportándolo en lugar de oxígeno, lo que provoca problemas de circulación y acumulación de grasa en todo el sistema cardiovascular, irrita el epitelio bronquial y produce enfermedades como bronquitis crónica, enfisema pulmonar y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

 

– Los alquitranes son los principales cancerígenos y mutagénicos, es la sustancia aceitosa que queda en los ceniceros.

 

– Contiene plomo, níquel, formaldehído, que se usa como conservador, y nitrosaminas, que son la causa del cáncer de esófago y al hacer combustión son extremadamente tóxicas.