El gobierno de Enrique Peña Nieto debe aprovechar la coyuntura de la caída de Miguel Ángel Treviño Morales, alias el “Z-40”, para tratar de desmantelar la estructura patrimonial de esa organización criminal, la segunda más poderosa de México, afirmaron hoy expertos en seguridad.

 

“¿Por qué el gobierno federal podría ahora hacerlo mejor que antes? Muy simple: porque Treviño Morales tiene la información precisa de cuáles son esas empresas legales que financian campañas políticas en México y en la región y hasta en Argentina”, dijo el experto en seguridad Edgardo Buscaglia.

 

Para el también investigador principal de la Universidad de Columbia, el futuro del cártel de Los Zetas “depende de lo que haga el Estado” mexicano en una coyuntura hasta cierto punto favorable por el arresto ayer del líder máximo de la organización más sanguinaria del país.

 

Si el “Z-40” se convierte en testigo protegido “podrías tener esa información en manos de las autoridades estadunidenses y mexicanas con la capacidad de congelar y decomisar”, sostuvo el experto en entrevista telefónica.

 

Cree que “este momento puede ser un momento de inflexión” para México si se toman las decisiones correctas y son identificadas “las empresas legales que están ligadas a las operaciones de Treviño”.

 

El experto considera que sin un ataque efectivo a “la infraestructura de producción, distribución, de almacenamiento de más de 16 bienes y servicios a los cuales se dedican Los Zetas (…), básicamente lo que vas a tener es una fragmentación del poder” en esa agrupación.

 

Sin embargo, “si la línea de investigación de la detención de Treviño va hacia lo patrimonial, (…) como hacen los europeos, los gringos, los canadienses, los japoneses, entonces la estructura criminal de Los Zetas va a comenzar a disminuir la frecuencia de delitos económicos”, agrega.

 

Buscaglia señala que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, tendría que “darle la luz verde política a esta investigación patrimonial para que se transforme en una que va a llegar a gobernadores y a presidentes de asambleas municipales”.

 

Ello comportaría “un costo político que el gobierno de Peña Nieto tiene que estar dispuesto a asumir porque estás empresas están ligadas a políticos” de los principales partidos mexicanos, asegura.

 

De las dos posibles vías, Buscaglia cree que es mucho más factible la primera: que se agudice la fragmentación de Los Zetas que existe desde que en octubre pasado murió su entonces líder máximo, Heriberto Lazcano, y que asuma el poder un nuevo dirigente, probablemente Óscar Omar Treviño Morales, el “Z42”, hermano del “Z40”.

 

Ello debido a que “Peña Nieto todavía ni siquiera ha comenzado a mencionar el establecimiento de controles patrimoniales a través de unidades especializadas” en investigación que realicen “minería de datos (KDD, siglas en inglés) en los registros de la propiedad” contra los grupos criminales.

 

“Zetas se desmembraron hace año y medio”

 

Por su parte, el periodista Jorge Fernández Menéndez consideró difícil de predecir el futuro de Los Zetas, pero vaticinó “una suerte de ‘balcanización’ del cártel” próximamente.

 

El también autor del libro “De los maras a Los Zetas: los secretos del narcotráfico, de Colombia a Chicago” (2006), dijo que es una realidad que el “desmembramiento de la cúpula de Los Zetas” comenzó hace al menos año y medio por pugnas de liderazgo.

 

En junio de 2012 fue detenido en Estados Unidos, José Treviño Morales, hermano de Miguel Ángel Treviño Morales y a partir de ahí “se fue desmembrando toda la estructura de lavado de dinero”, un proceso que podría consolidarse ahora.

 

Por lo anterior, prevé que se acentúe una “división muy profunda” y que veamos “una serie de grupos que se van a denominar ‘zetas’, pero que van a operar en los distintos estados con un grado de autonomía muy alto”.