Desde 2001 las agencias estadounidenses detectaron el naciente liderazgo de Miguel Ángel Treviño Morales, a partir de entonces, siguieron sus pasos y cinco años más tarde lograron penetrar la estructura de Los Zetas.
A través de informantes y posibles agentes encubiertos, los investigadores fueron documentando quiénes integraban la célula del también llamado Z-40, sus operaciones para el tráfico de drogas y armas, lavado de dinero, así como los asesinatos y secuestros que ordenó, los enfrentamientos en que participó y los lugares que frecuentaba o se escondía.
Esto se desprende de las pruebas que fueron ofrecidas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos como parte de las dos acusaciones que existen desde 2008 contra Treviño Morales tanto en Texas como en Nueva York.
Los documentos describen las operaciones del cártel del Golfo y del grupo de Los Zetas, también las ganancias que recibían y el papel que tenían, por lo menos, 31 de los paramilitares y cuyos nombres poco identifican las autoridades mexicanas.
En el caso de Nueva York, El Z-40 tiene 11 cargos por el tráfico de cocaína de México a Estados Unidos y uso de armas, y se estima que por año Treviño Morales obtuvo ingresos brutos por más de 10 millones de dólares, por la fabricación, importación y distribución de la cocaína.
En el expediente se vincula todavía a Los Zetas al cártel del Golfo, que obtienen la cocaína de Colombia, Venezuela y Guatemala, principalmente, logrando transportar toneladas desde México a Texas, y de regresar las ganancias obtenidas a territorio mexicano.
El expediente del Distrito Sur de Texas, de la División de Laredo fechado en 2008, especifica que Los Zetas eran el brazo armado del cártel del Golfo y que estaban en lucha con el cártel de Sinaloa por Laredo, Texas, conocida como “Plaza Nuevo Laredo”. También detalla que Omar Treviño Morales, alias Z-42; Iván Caballero, El Z-50, y Raymundo Reyes, Comandante Mundo, eran los supervisores de las células.
En este documento se inculpa a Miguel Ángel Treviño de 43 de los 47 cargos descritos, por delitos como tráfico de drogas, lavado de dinero, secuestro, uso de armas de fuego en crímenes violentos y en tráfico de drogas, el uso de jóvenes para cometer delitos, posesión e intento de distribución de marihuana y cocaína, asesinato, entre otros.
Estos paramilitares importaban cocaína y marihuana de Nuevo Laredo, Tamaulipas, a Laredo, Texas, de ahí era reempaquetada para ser enviada de Laredo a Dallas, Texas, mediante camiones y autos. El 11 de agosto de 2007, llegaron a Dallas 166 kg de cocaína dos días después arribaron 88 kg más.
Las ganancias eran enviadas de Dallas a Nuevo Laredo, describe el documento. El 8 de febrero de 2008 los acusados transportaron 870 mil 535 dólares. Las ganancias no era lo único que transportaban a México. En 2003, se detectó que Los Zetas también transportaban armas a nuestro país.
Entre las armas que se les detectaron se encuentran rifles de asalto, revólveres, imitaciones chinas de AK-47, AR- 15, entre otras, describe el expediente.