El nuevo embajador de México en Uruguay, Felipe Enríquez Hernández, es señalado como uno de los operadores electorales del ahora presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en los tiempos en que este fungía como gobernador del Estado de México, con quien además, presume una cercana amistad, al punto que algunos lo conocen como “el compadre de Peña Nieto”.
Militante del PRI desde su juventud, Enríquez Hernández ha participado en varias campañas electorales exitosas, entre ellas, como coordinador de Área en la campaña del ex gobernador José Natividad González cuando este competía por la gubernatura de Nuevo León en 2003. En 2009 fungió como jefe de la oficina del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, cuando este era candidato a la gubernatura del estado.
También se desempeñó como coordinador General de Campaña del precandidato a la presidencia de la República por el PRI, el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel Rojas, quien finalmente fue vencido por Roberto Madrazo, quien obtuvo la candidatura presidencial.
Montiel Rojas es señalado como el padrino político del presidente Peña Nieto.
En 2012 Enríquez Hernández contendió por la alcaldía de Monterrey, arropado por el partido al que ha sido leal toda la vida, el PRI. Durante la campaña presumió, en una entrevista otorgada a Milenio, su cercanía con quien seria el próximo presidente de México: “Perdónenme pero aunque algunas candidatas se incomoden, el único que puede ofrecer una comunicación efectiva con el próximo presidente de la República soy yo, Felipe Enríquez”.