El grupo de Los Caballeros Templarios lograron su objetivo, desplazar a por lo menos 600 habitantes de poblados de Tierra Caliente de Guerrero, para liberar la siembra y trasiego de amapola en la zona.
De acuerdo a información de inteligencia, los pobladores que debieron salir de El Guayabo, Arcelia, El Cubo, Valle Luz y El Terrero, del municipio de San Miguel Totolapan, forman parte de la base de apoyo social de grupos identificados como subversivos, tal es el caso del Ejercito Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).
Ante el riesgo de ser asesinados, debieron movilizarse familias completas y se refugiaron en la Iglesia de San Miguel Arcángel, en la cabecera municipal, donde pasaron la noche, debido a que integrantes de Los Caballeros Templarios recibieron amenazas que les dijeron que si no salían del lugar, los quemarían dentro de sus casas.
Una mujer narró que desde el martes se han registrado enfrentamientos entre grupos civiles armados y denunció que las autoridades no han hecho nada a pesar de los reportes. El subsecretario de Protección Civil, Constantino González, informó que los desplazados de las tres comunidades de San Miguel suman 631 personas, de las cuales 217 son menores de edad y 414 adultos.
Las autoridades estatales y municipales se han limitado a atender las necesidades básicas de los desplazados, por su parte los afectados argumentaron que no regresarán a sus comunidades hasta que las autoridades garanticen seguridad en la región.
El desplazamiento de pobladores en Guerrero también ha ocurrido en la zona de la Costa Grande, en donde también la información de inteligencia identifica a Los Caballeros Templarios como los que se están apoderando de rancherías completas para la siembra de droga.
En Guerrero también se registra otro fenómeno, la pelea por el territorio por parte de varios grupos del crimen organizado. Al norte de la entidad se ubica a los grupos de Los Guerreros Unidos, Los Rojos y La Familia, que se disputan el mercado de extorsiones; mientras que la región de la Costa Grande son los Caballeros Templarios, La Familia y algunas células de los Beltrán Leyva y más recientemente el Cártel de Jalisco Nueva Generación, los que mantienen en vilo a la población.
En esta confrontación, no sólo han muerto integrantes del crimen organizado, también han sido asesinados ciudadanos y cuyos casos no son investigados por las autoridades.
En la zona norte del estado, donde ayer se reportó la movilización de las 634 personas, el análisis de inteligencia muestra que el ERPI debió replegarse, ante la capacidad de fuego de Los Caballeros Templarios y al no poder defender a la población les ordenaron que se fueran y abandonarán sus casas, sembradíos y animales. Las autoridades no han llegado a protegerlos.