“La ciudad (de México) lleva muchos años perdida, sin tener un rumbo de qué quiere hacer con su suelo”, afirma Fernando Aboitiz, director general de la Agencia de Gestión Urbana (AGU).

 

En entrevista con 24 HORAS,sostiene que la Ciudad de México no se limita exclusivamente al Distrito Federal, sino al Valle de México. Por ello, advierte que si la reforma política no incluye esta visión, fracasará.

 

“Finalmente, si no se considera en la lógica de la ciudad a la gente de Ixtapaluca, Neza, Chalco, Tultitlan, Naucalpan…, no vamos a poder funcionar”.

 

Reconoce que la coordinación metropolitana con el Estado de México ha desaparecido casi por completo, por lo grandes proyectos están en riesgo.

 

Y adelanta que en septiembre entregará un informe al jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, en el que se detalla las necesidades de cada delegación.

 

“No le pedimos dinero para nosotros sino para los demás, pero si no quiere dar dinero, quiere decir que no es una prioridad lo que la gente está pidiendo”, puntualiza Aboitiz.

 

“Le vamos a decir: ‘Aquí hay 200 mil ciudadanos que están pidiendo su ayuda, ¿qué les decimos?’”.

 

El city manager reconoce que esta será la primera prueba para el Jefe de Gobierno, quien tendrá que enfrentar a la estructura de gobierno para cambiar la tendencia: “de lo que se le ocurre a los genios a lo que pide la gente”.

 

“Vamos a ver cómo reacciona. Yo esperaría por lo menos tener un mediano resultado”.

 

Además, resalta que de la respuesta de Mancera dependerá el futuro de la AGU. “Este es un paso importante, porque determinará qué tanto realmente al jefe de gobierno le importa la Agencia o no”.

 

Así, con la respuesta de Mancera, el city manager  espera definir si su dependencia “es de papelito o de a de veras”.

 

“Vamos a ver cómo reacciona. Yo esperaría por lo menos tener un mediano resultado. Si no atiendes en un año a 200 mil personas y decides no preguntar, vas a dejar volando a un millón 200 mil personas en seis años. Y pierdes, ¿no? porque ellas ya no te van a dejar volver a decidir nada”.

 

El ex delegado de Miguel Hidalgo y ex secretario de Obras aboga, desde su nuevo cargo, por la planeación y la visión a largo plazo para el desarrollo urbano de la Ciudad de México y su área metropolitana. La mejora continua y el fomento de los valores y la identidad colectiva son otros de los puntos a los que apuesta.

 

¿Cuál debería ser, en el ideal, la función de un city manager?

 

Traduzco el ejemplo a la iniciativa privada. Se trata de una empresa familiar, formada por varios negocios, que decide contratar a un director profesional. Este director, que no es miembro de la familia, se dedica a reportar utilidades. La empresa familiar está formada por varios negocios y cada hijo maneja un negocio. Aunque el director le diga a uno de los hijos que está teniendo pérdidas, este puede decirle que eso lo va a ver con su papá. Entonces, el trabajo del director se vuelve complicado. En nuestro caso, el director sería el city manager y los distintos negocios de la empresa, las delegaciones y dependencias del gobierno del DF.

 

¿Sería como un coordinador de la ciudad?

 

Sí, es una labor muy de gabinete.

 

¿Y qué ocurre con el área metropolitana?

 

La ciudad en sí me parece que no es el DF. La ciudad es el Valle de México. Y si la reforma política no está pensada en la lógica del Valle de México, no va a funcionar, va a ser una reforma efímera. Finalmente, si no se considera en la lógica de la ciudad a la gente de Ixtapaluca, Neza, Chalco, Tultitlan, Naucalpan… no vamos a poder funcionar.

 

¿Cómo se coordina ahora la gestión del Distrito Federal y del Estado de México?

 

Con el Estado de México, en la parte de infraestructura, más o menos nos vamos platicando las jugadas, como si fuera una partida de ajedrez. Nos vamos provocando para que las cosas sucedan: si tú haces este cacho del segundo piso, me provocas que yo haga este otro. Pero no ha habido una lógica de planeación en las grandes cosas.

 

¿Y el Fondo Metropolitano?

 

El Fondo Metropolitano ha funcionado de tal manera que más bien cada quien trae su paquete de cosas. Se ha patrimonializado, se empieza a ver como una parte de los recursos propios, no como un plus para poder generar proyectos.

 

El primer síntoma de que las cosas metropolitanas no están caminando es el tema del tránsito. Era de las pocas cosas en las que había sintonía entre las dos entidades y ya se rompió. Lo único que realmente queda es el tema ambiental. Es decir, todavía no llegamos a la lógica metropolitana. Un aspecto en el que la agencia puede ayudar mucho es en el orden de la administración pública. Muchas veces, la lógica del gobierno te lleva a absurdos.

 

¿Cuáles son los principales absurdos de la Ciudad de México?

 

Por ejemplo, el Sistema de Aguas. Una persona que vive en Ixtapaluca paga el triple que la que vive en Iztapalapa por su agua. Pero a la persona de Iztapalapa no le llega el agua, porque el Sistema de Aguas no tiene dinero. Entonces, ¿dónde compra su agua? La compra en pipa o en botes y le acaba saliendo más cara que a alguien de las Lomas. Por querer tener una política de regalar las cosas a la gente, se acaba no pudiendo regalar nada.

 

Y como esto hay muchos absurdos en la ciudad, por preventas, negociaciones, acuerdos… La agencia tiene que meter orden en estas cosas.

 

¿Y cómo lo hará?

 

Empezando a establecer indicadores de desempeño. Vamos a medir nuestro trabajo y con base en las mediciones que vayamos haciendo, nos empezamos a dar cuenta de cosas absurdas. Yo te podría decir que midiendo nos damos cuenta que una delegación puede tardar hasta 120 días en atender una demanda ciudadana. Y el gobierno 40 días. Cuando sale la mítica de que en 24 horas se va a resolver una demanda, no es cierto.

 

¿Pero podría suceder?

 

Sí podría suceder, pero hoy no está sucediendo.

 

¿Y podría suceder con la misma burocracia o se deberían añadir recursos?

 

Sí podría resultar con la misma burocracia, porque es una cuestión de orden: cada vez que se hace un proceso se hace de manera distinta. En los temas de calidad se tiene que hacer el procedimiento siempre igual porque eso ahorra muchísimo tiempo. La simple entrada del orden permitiría, quizá no bajarlo a un día, pero sí de 120 bajarlo a 60.

 

Además de inculcar el orden, ¿qué otras prioridades tiene la AGU?

 

Empezar a subir el nivel de la planeación de la ciudad es muy importante. En vez de querernos estar inventando cada tres o seis años, lo que debemos hacer es empezar a pensar con una visión a largo plazo: dónde vemos la ciudad en cien años. Y a partir de aquí empezar a generar los elementos técnicos para llegar a eso, independientemente de partidos políticos o corrientes.

 

Regresando al ejemplo del agua: si yo veo el sistema de agua a tres años, compro pipas; si lo veo a seis años, quizá pienso en traer agua de Hidalgo, pero si lo veo a cien años, entonces empiezo a explotar pozos profundos, impulso una política de recuperación del agua de la lluvia… O sea, tengo una visión de sustentabilidad completamente diferente.

 

Pacto social

 

Promover los valores positivos de la sociedad debe ser una de las principales tareas de las instituciones, aseguró Fernando Aboitiz. “De las cosas que me he dado cuenta es que si no trabajamos el tema de la identidad y los valores difícilmente vamos a lograr un cambio en la ciudad”.

 

“Tenemos que ir reconociendo los valores que vale la pena empujar y empujarlos. Yo creo que es la única forma para poder hacer que la sociedad vaya cambiando”.

 

Esta sería la forma de acabar, según Aboitiz, con una lógica discriminatoria de aplicación de la ley: “La lógica de convivencia entre nosotros es ‘Yo quiero que le apliquen la ley estricta al vecino, pero a mí que no me la apliquen”.

 

El city manager del DF explicó que esta tarea se da en la mayoría de sociedades avanzadas y que desde la Agencia de Gestión Urbana del DF se buscará promover que las dependencias del gobierno de la ciudad fomenten los valores positivos.

 

Aboitiz destacó la solidaridad y la tolerancia como valores característicos de los habitantes del DF. “Y como esos dos debe haber otros treinta valores más”.

 

Símbolo equivocado

 

El titular de la Agencia de Gestión Urbana no concuerda con el uso que la Secretaría de Turismo del DF ha hecho del Ángel de la Independencia como símbolo distintivo de la ciudad.

 

“El ángel, con todo el respeto del mundo, no habla de nuestra trayectoria. Andamos un poco perdidos con los símbolos”, remarcó Aboitiz.

 

Durante la administración pasada, el logo del Ángel de la Independencia se convirtió en distintivo turístico del DF; sin embago, ahora son seis más los emblemas de la ciudad utilizados por la Secretaría de Turismo, entre los que se encuentran Bellas Artes, el Monumento a la Revolución y la Basílica de Guadalupe.

 

Ciudades con visión

 

Hay dos tipos de ciudades en el mundo, más allá de su tamaño o la complejidad económica: las que tienen visión y las que no tienen, afirmó Fernando Aboitiz.

 

“Las que tienen visión, la han logrado porque han llegado a momentos muy críticos de su historia, han tenido que pasar una crisis muy grave, económica, natural o social, para entonces sentarse y decir que había que hacer algo.

 

Considera que la Ciudad de México sería una excepción a estos casos, ya que la situación que vivió tras el temblor de l1985 era suficientemente grave como para que cambiara su política de crecimiento urbano, pero no lo hizo.

 

Los casos de Bilbao y Singapur. Una gran inundación y la crisis económica de la industria pesada en la década de los ochenta llevaron a Bilbao a replantearse la forma de crecimiento económico de su ciudad, explicó Aboitiz.

 

“El museo Guggenheim no fue el que cambió la ciudad, el tema de fondo fue que ellos decidieron cambiar su rumbo económico. Entonces, se desindustrializaron, se tecnificaron y ahora están innovando. Y así cambiaron radicalmente las condiciones de su ciudad”.

 

Por su lado, Singapur logró en 25 años pasar de un ingreso per cápita de cinco mil dólares a 50 mil, aseguró el titular de la AGU. Tras conseguir su independencia en 1965, las instituciones del nuevo estado apostaron por políticas fuertes de planeación e inversión en infraestructura y educación. “Las decisiones que ellos tomaron sí hicieron un cambio radical en la visión de su ciudad”.

 

“Me parece que eso es lo que nos está faltando a nosotros”, concluyó Aboitiz. “No podemos volvernos japoneses ni alemanes ni españoles, pero lo que sí nos podemos volver es inteligentes, en la lógica de ver qué sí funcionó de la metodología y aplicarla en nuestra lógica práctica”.

 

Mayor coordinación

 

La participación de todos los sectores de la sociedad en la gestión de la ciudad es una de las prioridades de la AGU. En este sentido, Aboitiz destacó la importancia de que las instituciones involucren a los empresarios en los proyectos de desarrollo urbano.

 

“Tú le tienes que provocar a la gente incentivos positivos. Me parece que esta es otra cosa que en la ciudad no hemos hecho bien. Aquí todo se arregla por debajo y si a alguien no le dan un permiso de suelo, se arregla con dinero”.

 

Aboitiz aboga porque las instituciones del DF trabajen como socias con los empresarios. “Ha habido muchas ciudades que han tenido este tipo de experiencias y lo único que se requiere es hacer pequeños equipos, como Agencia Cero, que encabecen un proyecto y que lo puedan sacar adelante.”.

 

“Es un gran esfuerzo pero tiene que haber un liderazgo por parte del gobierno que entusiasme a los distintos sectores a entrar”.

 

Círculos de calidad

 

“Las dependencias de Finanzas, Obras y Sistema de Aguas y las delegaciones Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón ya nombraron a un líder de calidad para que empecemos a hacer certificaciones de calidad ISO 9000”, explicó el titular de la Agencia de Gestión Urbana.

 

Para Aboitiz, las certificaciones se convierten en una forma objetiva de aumentar las auditorías, ordenar los procesos y crear manuales de metodologías.

 

“Finanzas empieza certificando la tesorería de Parque Lira; Sistema de Aguas, el drenaje y el agua potable; la delegación Miguel Hidalgo, el bacheo, el alumbrado y la poda de árboles. Entonces, ya empiezas a generar algo que va más allá de un simple indicador”.

 

La mejora continua es el objetivo que Aboitiz ve en los círculos de calidad: “Empezamos a entrar a un proceso de calidad, con un cambio de paradigma y en una lógica de procesos de mejora continua. El tema es encontrar las áreas de oportunidad”.

 

Aboitiz aseguró que las resistencias son altas y que todavía son muchas las delegaciones y dependencias que no se adhieren al sistema, pero dijo estar seguro de que el ejemplo de las primeras se verá reflejado en las demás.

 

Presupuesto

 

“La Ciudad de México tiene la quinta parte de presupuesto que Nueva York o que Moscú, pero es extraordinariamente eficiente. Si Nueva York se gasta 150 dólares en disponer una tonelada de basura, por ejemplo, nosotros nos gastamos 30”.

 

Aun así, Aboitiz reconoció que se requiere de más presupuesto: “La Ciudad de México necesita por lo menos unos 40 mil millones de pesos más”.

 

“Hay que tener mucho ingenio para sacarlos. Parte puede venir de las reformas que se van a hacer, me parece que el gobierno federal también tendrá que repartir algo. Y la ciudad también tiene que tomar decisiones fuertes”, añadió.

 

A pesar de afirmar que con el incremento de presupuesto, en unos cinco años se podría reformar completamente la ciudad, el titular de la Agencia de Gestión Urbana reconoció que la falta de visión de largo plazo y las preventas han reducido el impacto de los presupuestos.