El gobierno federal identificó a siete blancos como prioritarios que deberán ser detenidos en los próximos meses. Se trata de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”; Ismael Zambada García, “El Mayo”, y cinco líderes de Los Zetas, entre ellos Omar Treviño Morales, “el Z-42”, revelaron funcionarios de primer nivel del gobierno federal.
Si bien no son los únicos capos que deben ser capturados, sí son aquellos que presentan posiciones claves dentro de las organizaciones y que significarían un debilitamiento en sus operaciones.
Por ello el gobierno federal integró grupos especiales de análisis y que llevarán a cabo operaciones para detener a estas personas que se han denominado como “objetivos prioritarios”. En estos grupos participa personal de la Marina, el Ejército y CISEN, quienes revisan toda información disponibles sobre los capos, desde datos proporcionados por testigos protegidos y de inteligencia, parte de ella entregada en años atrás por las agencias estadounidenses DEA y FBI, principalmente.
Los equipos, explicaron las fuentes, tienen personal especializado y entrenado en diferentes países, están solicitando información a la Procuraduría General de la República (PGR), Comisión Nacional de Seguridad (CNS) e incluso autoridades estatales, para poder definir casas de seguridad, cómplices, modus operandi y posibles escondites.
Los funcionarios del gobierno federal explicaron que si es necesario se solicitará información a Estados Unidos, pero por ahora las investigaciones, añadieron, es trabajo solamente de las oficinas mexicanas.
Joaquín Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, ha sido uno de los capos más buscados por México y Estados Unidos desde su huída, en 2001, del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. Sin embargo, las estrategias de seguridad y protección que maneja, lo mismo que “El Mayo” Zambada, han impedido que sean capturados en varias ocasiones.
El Cártel de Sinaloa ha logrado asociarse con Zambada García, Juan José Esparragoza Moreno, “El Azul”, y el Cártel del Golfo, los han permitido extenderse en la mitad del territorio, Centro y Sudamérica, además de Europa, lo que refleja su capacidad y poder.
En cuanto a los Zetas, los nombres de los 5 objetivos no fueron dados a conocer por parte de los funcionarios consultados, para no alertarlos, argumentaron. Sólo comentaron que se tratan de líderes regionales que controlan varias células y que su captura, dijeron, permitiría desactivar sus redes y operaciones.
“No existen plazos para capturar a estos blancos” advirtieron las fuentes, no existe límite de tiempo sino objetivos que permitirán revertir la fuerza y presencia de estos grupos criminales en el país.