Al menos 60 personas fallecieron y 110 resultaron heridas al descarrilar esta noche en Santiago de Compostela, un tren de velocidad alta con 220 pasajeros que cubría la línea Madrid-Ferrol.
El accidente, el primero registrado en una línea de la red de alta velocidad en España, se produjo poco antes de las nueve de la noche, cuando el tren Alvia descarriló en una curva de las inmediaciones de la estación de Santiago de Compostela.
El delegado del gobierno en Galicia, Samuel Juárez, dijo de madrugada que al menos 60 personas fallecieron en el accidente y ya fueron identificadas, pero advirtió de que el número de fallecidos podría aumentar ya que faltaba por mover algún vagón del tren accidentado.
Las autoridades de Galicia, que mañana celebra la festividad de su santo patrón Santiago y que atrae estos días a numerosos visitantes y peregrinos, han suspendido todas las celebraciones de las fiestas en señal de duelo.
Aunque por el momento se desconocen las causas de la tragedia, fuentes de la investigación indicaron que una de las primeras hipótesis era el exceso de velocidad o a un error humano.
El Ministerio del Interior descartó poco después de suceder que se trate de un atentado y el delegado del gobierno en Galicia, Samuel Juárez, indicó en el lugar del siniestro que no tenía indicio alguno de que haya sido “una causa externa”, aunque no descartó cualquier hipótesis.
Testigos presenciales explicaron que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de las viviendas, y el resto volcó.
Vecinos de la zona indicaron que el tren iba a una “velocidad normal” para entrar en la estación y que llegaron a escuchar un ruido, previo al descarrilamiento, y acto seguido ya se produjo una gran humareda.
Este accidente ferroviario es el tercero más grave en la historia de España, después del ocurrido en 1944 cerca de la estación de Torre del Bierzo (noroeste) en el que pudo haber hasta 500 víctimas mortales -aunque la censura oficial lo redujo hasta 78 muertos-, y el de la línea Cádiz-Sevilla en 1972, con 77 muertos.
Además, es el más grave y con mayor número de víctimas mortales de todos los siniestros de tren ocurridos en el mundo en lo que va de 2013, pues supera en número de víctimas a las 47 del tren cargado con hidrocarburos que el 6 de julio explotó en Lac-Megantic, Canadá.
El tren siniestrado es un Alvia, que circula por las mismas vías que los de la red de alta velocidad española, aunque su velocidad es inferior a los “AVE”.
Los hospitales de la zona reforzaron los servicios de urgencia para atender a los heridos y el gobierno regional gallego hizo un llamamiento para solicitar al público donaciones de sangre.
Según ha informado la Red Española de Ferrocarriles (Renfe) en una nota de prensa, en el tren viajaban 247 viajeros, además de la tripulación.
Fuentes del Ejecutivo informaron que el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, está en permanente contacto con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se ha desplazado hasta el lugar del accidente.
En su cuenta de twitter escribió:
Quiero expresar mi afecto y mi solidaridad con las víctimas del terrible accidente de tren en Santiago. MR
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) July 24, 2013
Además, y según fuentes de la Casa del Rey, el rey Juan Carlos contactó con las autoridades en cuanto tuvo conocimiento de la tragedia.
El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) ha reforzado los servicios de urgencia, y hasta el complejo médico han sido trasladados por ahora unos cincuenta heridos, informan fuentes sanitarias.