El niño tzotzil vendedor de dulces y cigarros en la zona Luz del Centro Histórico de Villahermosa, Tabasco, no habla español de manera fluida. Es de origen chiapaneco, como muchos de los comerciantes informales instalados en ese lugar.

 

La difusión del video que muestra al niño quien solloza mientras un empleado de Reglamento Municipal de Villahermosa lo forza a tirar su mercancía al suelo y le roba unas cajetillas de cigarros provocó la reacción desde diversos sectores. La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) anunció el inició de un expediente de oficio y el Ayuntamiento de Centro informó que Juan Diego López Jiménez “ya fue despedido de su cargo”.

 

El caso del niño tzotzil no es el único. La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) ha señalado que esta práctica se ha normalizado en contra de vendedores ambulantes en las principales ciudades y zonas turísticas del país. El acto además de humillante y discriminatorio tiene como intención la “limpieza social” de aquellos grupos y personas pobres que sobreviven en el espacio público.

 

Datos de la REDIM indican que en la actualidad, más de tres millones de niñas, niños y adolescentes de entre cinco y 17 años realizan actividades económicas; mientras que cuatro de cada 10 no reciben remuneración por su trabajo. Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 36% de los niños indígenas entre 6 y 14 años de edad trabajan.

 

Jesús Manuel Argáez, presidente de la CEDH dijo a 24 HORAS que se dictaron medidas cautelares al Ayuntamiento de Centro para asegurar la integridad física y sicológica del niño.

 

“Son medidas cautelares previas a nuestra investigación, la cual puede terminar en una recomendación de sanciones a los servidores públicos que hayan cometido violaciones de derechos humanos, que van desde el cese de sus actividades hasta su inhabilitación para desempeñar cargos públicos, de acuerdo con la Ley de Responsabilidad de Servidores Públicos del estado”, dijo.

 

Argáez mencionó que el niño no tiene padres, sin embargo ya están en contacto con una tía que se ha hecho responsable de él. Debido a que ambos hablan tzotzil ya cuentan con los servicios de una traductora para realizar los trámites jurídicos y de la investigación.

 

Agregó que si en la investigación de la CEDH se detectan indicios de explotación infantil levantarán una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del estado por el delito de trata y explotación laboral.

 

“Este hecho es algo muy frecuente que no sólo ocurre en Villahermosa; en muchas ciudades del país se ven niños de origen indígena vendiendo dulces o productos de manera ambulante. Se trata de una realidad que vivimos en México y que tiene que ver con la situación de marginación y pobreza de los pueblos indígenas y con las altas tasas de desempleo que hay a nivel nacional”, agregó.

 

Además, el ombudsman estatal señaló que en Tabasco, particularmente en Villahermosa, se han detectado antecedentes de niños que son traídos de Guatemala y obligados a la mendicidad por parte de grupos que se dedican a la trata de personas.

 

El funcionario concluyó que los tres órdenes de gobierno tienen responsabilidades con respecto a la situación de los niños en el país, sobre todo considerando que México ha firmado tratados internacionales sobre la protección a la infancia y que están salvaguardados en la Constitución.