MADRID. Un día después del accidente de tren ocurrido en las inmediaciones de Santiago de Compostela, las autoridades españolas cifraban en 80 las personas fallecidas y alrededor de 130 las que resultaron heridas. Mientras se realizaban las tareas de rescate, el presidente de gobierno, Mariano Rajoy, visitó el sitio del siniestro, saludó a familiares de las víctimas y agradeció el comportamiento ciudadano y de los trabajadores ante las consecuencias del mismo. Los servicios forenses confirmaron también el fallecimiento en el siniestro de la mexicana Yolanda Delfín Ortega, de 22 años.

 

El jefe de gobierno español manifestó: “Hoy es un día muy difícil. Para un santiagués como yo este es el día del Apóstol más triste de mi vida” y agradeció las condolencias enviadas por mandatarios internacionales. Explicó que se llevan a cabo dos investigaciones, una la judicial y otra del Ministerio de Fomento, para poder conocer las causas del accidente. Además, ha anunciado que va a firmar un decreto para declarar tres días de luto oficial en toda España. Los reyes acuden esta tarde a Santiago.

 

La organización Manos Limpias, que mantiene varios procesos judiciales abiertos en toda España por diferentes causas contra instancias gubernamentales y empresariales, presentó una denuncia contra los conductores del tren Alvia por los cargos de: imprudencia temeraria en grado de homicidio y delito de lesiones con resultado de muerte.

 

Respecto de la joven veracruzana que falleció en el accidente, se confirmó que hacía seis meses que estudiaba Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia) y era parte de un programa de intercambio. Abordó el tren en Madrid luego de despedir a su madre y hermana que la visitaron.

 

Su novio, Luis Ledesma estaba al tanto de su abordaje en el tren pues mantuvo comunicación con Yolanda vía Facebook. El cuerpo de la mexicana fue identificado por su compañera de departamento y una académica de la Universidad.

 

Mientras los equipos de salvamento continúan sus labores, el juez ordenó investigar el accidente y que la Policía custodie las llamadas “cajas negras”, así como recuperar todo tipo de documentos e informes que permitan conocer el origen del hecho y continuar con el proceso contra el maquinista que ya aceptó su responsabilidad.