Steven Patrick Morrisey sobrepasa el medio siglo de vida por apenas cuatro años, mismos en los que no ha lanzado un nuevo álbum – el último es Years of Refusal-, en una carrera que ha sufrido intermitencias, por su salud, cuyo último pico fue una intoxicación en Lima, y la falta de dinero, hechos que a los fanáticos de todas latitudes les hace pensar en lo peor: el ex vocalista de The Smiths estaría postrado en la antesala del retiro.
Estar en una playa solitaria fuera de temporada torna la atmósfera algo espectral. Un páramo en el que convergen sentimientos opuestos. Eso lo experimentó Morrissey y prueba de ello es uno de sus grandes éxitos Every day is like Sunday, cuyo coro agrega every day is silent and grey. Así, sin más, transcurren los días para el cantante número 92 del top 100 de las mejores voces según la Rolling Stone: silenciosos, llenos de nada, grises.
La letra del tema surgió tras una visita a la ciudad portuaria de Borth, en Gales, la cual visitó y mezcló con la lectura de la novela “On the Beach”, de Nevil Shute, en la que un grupo de personas en Melbourne espera la caída de la bomba nuclear que acabe con todo. Ése es el núcleo de la canción que miles han coreado alrededor del mundo, incluso con lágrimas en los ojos.
Y es precisamente esta anécdota la que encaja para percibir que los años ya no son lo que fueron para Morrissey. El cantante originario de Manchester, Inglaterra está tumbado en su propia playa, desconcertado por los golpes de la vida, sufriendo los embates de las olas del éxito y el envejecimiento. Como un Dorian Gray contemporáneo.
“Estoy ligeramente sorprendido de lo lejos que he llegado. Éste es mi año número 30 de carrera y he envejecido mucho últimamente, lo cual es algo un poco deprimente para mí, como debe serlo para todos los demás. El cuerpo cambia de forma y no hay nada que puedas hacer para remediarlo”, comentó Morrissey en 2012 a la revista The Hollywood Reporter.
“¿Debo continuar como un Andy Williams moderno?”, se preguntó Moz en aquella ocasión en referencia al octogenario cantante estadunidense, pero también adelantó que sería en el 2014 cuando podría retirarse “tras envejecer mucho recientemente”.
Hay que recordar que su compañero en The Smiths, el guitarrista Johnny Marr -aquél que alguna vez dijo que dejó la banda porque el alcohol lo estaba consumiendo- lanzó este año su nuevo disco en solitario “The Messenger”, editado por New Voodoo.
En su nuevo material demuestra que a sus 49 años sigue en forma para continuar con su carrera, a lo largo de la cual ha colaborado con al menos 13 bandas como miembro y músico invitado, destacando Electronic – con el vocalista de New Order- Talking Heads, Pet Shop Boys, Oasis y Modest Mouse.
En cambio la constante en Morrissey son las enfermedades que lo han orillado a cancelar más giras de lo esperado en este turbulento 2013 – lo hizo en la pasada edición del Vive Latino, en México-, también la falta de dinero y de un contrato de grabación, como la ausencia del proceso creativo que le permita acabar con los cuatro años de no sacar nuevas canciones. Sólo una bomba atómica acabaría con todo esto.
Recientemente canceló su gira por Argentina, Chile y Perú, tras lo cual el cantante publicó una carta en el sitio True to you, en la que se quejó de la mala organización de las presentaciones. “Es fácil vender entradas, pero es difícil transportar a la banda y al staff “, escribió.
No sólo eso, en el texto admitió que su carrera no está en el mejor momento y deslizó la posibilidad del retiro: “El futuro está de pronto ausente, y mis disculpas son tan frecuentes como ridículas, y yo me disculpo porque nadie más se molesta en hacerlo”.
A lo que añadió: “cancelaciones y enfermedad nos han chupado la vida, y la única solución sensata parece ser el arte de hacer nada”.
El 17 de julio el diario británico The Guardian publicó un artículo firmado por Andrew Harrison, en el que el autor asegura que Morrissey es en cierta medida el responsable de su propia marginación, pues “el hombre que alguna vez cantó ‘yo no quiero ser juzgado, preferiría ser amado ciegamente’(The Harsh Truth Of The Camera Eye) se conformó con la comodidad de los fans, la emisión de un sinfín de éxitos, ediciones de lujo y álbumes en vivo contra sólo dos discos más de material nuevo”.
El cantautor comenzó su carrera en 1982 con The Smiths y emprendió su andadura en solitario en 1988. Desde entonces ha publicado nueve discos de estudio por cerca de 13 entre recopilatorios, reediciones y discos en vivo. Su regreso triunfal a los escenarios fue en 2004 con el disco You Are the Quarry, pero se encontró con un mundo nuevo de fans, muchos años más joven que él, que consumen decenas de nuevas propuestas de música en tiempo récord a través de Youtube.
Pero ya lo cantó Morrissey, que siempre se sintió atraído por la elegancia, aunque también criticó los hábitos anquilosados de las altas sociedades, incluida Margaret Tatcher, el ex primer ministro Tony Blair y la familia real: “los jueces se dedican a esconder sus errores”, así que el británico puede elegir a placer, sin pensar en la crítica, el momento indicado para dedicarse “al arte de no hacer nada”.
Cincuenta y cuatro años, cumplidos el pasado 22 de mayo, se escriben y dicen fácil, pero Morrissey debe saber que no es así. “Como siempre, pido su perdón y ofrezco mi doloroso y sobrecogedor amor y gratitud a la banda y al equipo, cuya lealtad ha ido más allá. Los veré en mis sueños”, fueron las últimas declaraciones del ex líder de The Smiths desde Los Ángeles, donde se encuentra recuperándose de la intoxicación.
Aquí una joya de concierto. Presuntamente se trata de una presentación del 22 de diciembre de 1988 en el Wolverhampton Civic Hall. The Smiths oficializó su separación en el verano de 1987. En este concierto están Morrissey, Mike Joyce y Andy Rourke, pero Johnny Marr fue sustituido por Craig Gannon, el conocido como “quinto Smith”, pues el guitarrista oficial no aceptó acudir al rencuentro.
Y de este lado una presentación de Morrissey en en Viña del Mar, Chile, en 2012, donde por su puesto, canta algunos éxitos de su antigua banda.