LAUSANA. Las investigaciones preliminares sobre la colisión de dos trenes ocurrida anoche en el centro de Suiza indican que el accidente se debió a que uno de los maquinistas no respetó una señal luminosa.

 

El portavoz de la Policía Cantonal de Vaud, Jean-Christophe Sauterel, dijo en una conferencia de prensa que “la falta de respeto de una señalización luminosa es la hipótesis privilegiada” sobre el motivo del accidente.

 

“El fiscal espera el resultado de los exámenes que harán los expertos (…), pero ésa es la tesis que estamos privilegiando”, indicó.

 

Los trenes que colisionaron de manera frontal en la localidad suiza de Granges-près-Marnand (cantón de Vaud) transportaban a 45 personas, de las que 40 eran pasajeros y que sufrieron heridas de diversa consideración.

 

La única víctima mortal fue uno de los maquinistas, cuyos restos pudieron ser recuperados esta madrugada de la cabina de conducción, que quedó completamente aplastada.

 

“La longitud original de la cabina quedó reducida de ocho metros”, explicó Sauterel.

 

La deformación ha sido tal que no puede descartarse que haya restos de alguna otra víctima en el interior de esa parte del vagón, que está siendo conducido a un depósito de la compañía de trenes de Suiza para excluir la presencia de otros cuerpos mediante “una operación extremadamente delicada”.

 

Entre los heridos más graves, sólo tres permanecen hoy hospitalizados, mientras que los otros 22 hospitalizados han sido dados de alta.

 

Otros nueve pasajeros con heridas leves fueron atendidos en el lugar del accidente, mientras que once resultaron indemnes.