El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, afirmó que los programas asistencialistas de las tres últimas administraciones han sido insuficientes para combatir la pobreza en México que, de acuerdo con el Coneval, afecta hoy a 53.3 millones de mexicanos.

 

“A pesar del éxito de los programas sociales de transferencias condicionadas y establecidos por las tres últimas administraciones federales, bajo el nombre de Progresa y después Oportunidades, han sido más una herramienta de política pública de contención, más que de combate efectivo de la pobreza”, manifestó el funcionario.

 

La existencia de presupuestos para el combate a la pobreza de corte asistencialista no han sido suficientes para abatir de manera significativa y permanente la pobreza, señaló en conferencia de prensa conjunta con la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga.

 

El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa) es instrumentado por Ernesto Zedillo Ponce de León en agosto de 1997. El apoyo consistió en dar a las familias herramientas para superar la marginación y aspirar al bienestar.

 

A principios de 2002, el gobierno federal entonces presidido por Vicente Fox anunció la transformación del Progresa en Oportunidades, el cual involucró a varias secretarías de Estado.

 

“Para menor pobreza es necesario mayor crecimiento económico”, declaró este lunes el encargado de la agenda hacendaria.

 

Videgaray Caso explicó que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto ha sido muy enfático en que México necesita crecer 5% o más. “Esa -dijo- es una tasa de crecimiento muy distinta a la que hemos tenido en los últimos 10 años, que es un poco menos de 2%”.

 

“Si los mexicanos tenemos la capacidad de llegar a acuerdos y nos atrevemos a hacer reformas de fondo en materia energética, financiera, fiscal, de competencia económica y otras reformas que están inscritas en el Pacto por México, habremos de lograr esos niveles de crecimiento en esta administración”, expresó.

 

Peña Nieto está convencido de que el instrumento y el camino más eficaz para combatir la pobreza es un mayor crecimiento económico, dijo el encargado de la política hacendaria.

 

CRISIS ECONÓMICA Y FINANCIERA

 

Agregó que las crisis abruptas en materia económica y financiera son las que más dañan a la economía familiar y elevan los niveles de pobreza en el país.

 

“Analizando las cifras de pobreza de los últimos 20 años está claro que la crisis de 1995 y la de 2008- 2009 han tenido los efectos más graves y duraderos en los bolsillos de las familias mexicanas”, expuso.

 

Al valorar la información del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) como un instrumento útil para el rediseño y la mejora de la política pública en el combate a la pobreza, dijo que la información aportada por el organismo revelan con contundencia que la volatilidad en el precio de los alimentos, particularmente de aquellos que integran la canasta básica, daña a los mexicanos que menos tienen, añadió.

 

Señaló que Hacienda, Secretaría de Agricultura, Sedesol y Banxico buscan establecer mecanismos para dar estabilidad al precio de los alimentos y así disminuir la inflación de los 18 últimos meses.

 

“El reporte de Coneval muestra avances en materia de salud y educativa, pero hay un retroceso en los últimos dos años en seguridad social”, apuntó.

 

En este marco, adelantó que en septiembre, el presidente de la República anunciará la creación de un sistema de seguridad social universal y presentará la reforma hacendaria, adelantó Luis Videgaray.

 

El sistema de seguridad social permitirá de manera generalizada crear un piso mínimo de bienestar en materia de pensiones y cobertura de salud, sostuvo.

 

También, por primera vez en la historia de México incluirá un seguro desempleo, que es parte esencial de la reforma hacendaria, agregó.

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Violencia, no afecta  

 

Rosario Robles, titular de la Sedesol negó que la pobreza tenga una relación directa con la violencia registrada en la República Mexicana. “No tenemos una relación lineal (entre pobreza y violencia), lo que sí hemos señalado y por eso es muy importante y combatir (es) la pobreza urbana”.

 

Los programas sociales se enfocaban básicamente a la pobreza rural y poco atendían la pobreza urbana, recordó. “Hoy hemos asumido con una gran responsabilidad una de las recomendaciones de Coneval, que es el combatir la pobreza urbana, porque esos contrastes y desigualdades en las ciudades generan un clima de más violencia y de violencia social”, manifestó.

 

Sin embargo, no hay una causa lineal pobreza-delincuencia, pobreza-violencia, pobreza-homicidios, sino la desigualdad que se genera en estas ciudades genera encono, resentimiento y esa posibilidad de violencia, agregó.

 

Robles reconoció que los subsidios no modifican la condición estructural de la pobreza: “la contienen y probablemente la aminoran, pero no la modifican radicalmente”.