NUEVA YORK. Un corte federal neoyorquina desechó una demanda por mil 500 millones de dólares interpuesta por la petrolera mexicana Pemex contra las firmas Siemens y SKEC por presunto fraude en la modernización de una refinería que involucraba al ex director jurídico de la paraestatal, César Nava.

 

Según documentos judiciales difundidos este martes, el juez Louis Stanton explicó que los demandantes no demostraron que el supuesto fraude ocurrió en Estados Unidos o tuvo un efecto en este país, más allá de que se hayan usado bancos radicados en Nueva York.

 

En diciembre pasado, la paraestatal mexicana interpuso en una corte de Nueva York una demanda contra Siemens y SKEC (SK Engineering & Construction), a las que acusó de cometer un presunto fraude por 182 millones de dólares usando para ello a la empresa Conproca.

 

Una ampliación de la demanda fue ingresada el 8 de mayo pasado para aportar detalles de que tanto Siemens como SKEC ofrecieron una oferta demasiado baja en 1996 para ganar el contrato para modernizar la refinería de Cadereyta, en el estado mexicano de Nuevo León.

 

La mención a Nava formaba parte de dicha ampliación en la que se acusaba a las empresas mencionadas de cometer un supuesto fraude por 182 millones de dólares mediante la empresa Conproca.

 

Nava, como director jurídico de Pemex presuntamente había impidió que la paraestatal recibiera 102.8 millones de dólares como compensación por las violaciones al contrato de Conproca”, asentó la demanda.

 

En tal sentido, el juez Stanton apuntó que sobornos ofrecidos a funcionarios de Pemex, la oferta por debajo del valor y la entrega de testimonios falsos para contratos de obra pública ocurrieron todos en México.

 

Al citar un caso anterior para basar su criterio, el juez Stanton asentó que “no es plausible” aceptar que los actos de corrupción descritos en la demanda fueron dirigidos en contra de Estados Unidos.

 

El criterio del juez se basó en que la Ley Federal contra el Crimen Organizado y las Empresas Corruptas (RICO, por sus siglas en inglés) no tiene jurisdicción sobre actos ocurridos fuera de Estados Unidos.