BARCELONA. Iñaki Urdangarin, yerno del monarca español, se enfrenta no sólo a los cargos judiciales por la supuesta apropiación indebida de fondos públicos, malversación, fraude, prevaricato, falsedad y lavado de activos como presidente del Instituto Nóos entre 2004 y 2006, sino que ahora debe rendir cuentas a su consorte, la infanta Cristina, luego de que el miércoles salieran a la luz, sus presuntos correos personales que, supuestamente, entregó a la justicia española su ex socio, Diego Torres.
Iñaki y Diego dirigieron el Instituto Nóos de Estudios Estratégicos de Patrocinio y Mecenazgo, así como la Asociación Instituto Nóos de Investigación Aplicada, una entidad dedicada a promover actos deportivos. En 2011 ese centro se convirtió en el epicentro de una red de probable corrupción a partir del desvío de fondos públicos y fraude fiscal que dio origen al llamado Caso Nóos.
Urdangarin intentó impedir judicialmente que siete medios de comunicación publicaran esos correos; sin embargo, el tribunal ante el que presentó su demanda no falló a su favor y destacó que “sabido es que la cobertura periodística de la vida de las personas famosas es aceptable cuando es de interés general”.
En los supuestos correos del Duque de Palma, título nobiliario de Iñaki, se explican las gestiones que realizó mientras recibía ingresos por distintos contratos que concretó en los gobiernos de la Comunidad Valenciana y Baleares, ambos del Partido Popular, entre 2004 y 2006.
Otros más, filtrados por la prensa española, revelan que existía una comunicación muy estrecha entre el esposo de la primogénita del Rey y su amigo de la adolescencia, Jaume Reguant.
Del contenido de los supuestos mensajes se desprende que la relación entre Iñaki y Jaume debía ocultarse, como se observa en el texto: “Capullín, pon hora a nuestra excepcional cita, no sea que la cag…os”. Reguant responde horas después: “No sé cómo tienes el tema de los niños, pero si quieres podemos cenar juntos. Tenemos que hablar lo del week-end (…). En cualquier caso, tendríamos que hablarlo para no cag…a”.
Además, fueron divulgados mensajes íntimos que, entre 2003 y 2004, Urdangarin habría intercambiado con una amiga de la infanta Cristina. La supuesta amante de Iñaki, cuyo nombre no reveló la prensa, sería una joven que años atrás fue su ex novia y casada después con uno de los mejores amigos del duque. Ambas parejas eran tan cercanas que unos y otros atestiguaron sus respectivas bodas.
Un mensaje que ilustraría tal relación, que forma parte de los correos que Iñaki pretendió mantener en secreto dice: “Hola, pedazo de mujer. Es fantástico poder ver y sentir que tu tono de voz y tu escritura fluye en un tono que merece la pena releer…”. Así comenzaba el mensaje que habría enviado el 15 de octubre de 2003 a la que era esposa de su amigo. Entre los correos que debían mantenerse fuera del alcance público están, precisamente, los de ese día.
El primero de ellos lo envía la mujer desde su puesto de trabajo en un organismo público de Cataluña. “Estoy viendo llover desde la ventana, sin nada qué hacer, porque a estas horas los funcionarios no hacen nada que no sea muy urgente. Me pregunto, ¿dónde estás? Respuestas múltiples y varias. Imposible de acertar, posiblemente en un avión”, El mensaje termina con la fecha de una supuesta cita, “el día 22, miércoles, encantada pero ¿dónde?, qué tengas un buen día estés donde éste 1BG [un beso gordo]”.
Diez horas después, el yerno del Rey habría respondido así al mensaje: “El día ya lo tenemos pero el lugar no. Triste ¿no? No te desanimes y dale a la cabecita a ver si se nos ocurre algo. Un beso y seguimos en contacto”.
El 25 de octubre, sólo 10 días después de ese segundo cruce de mensajes, la mujer volvió a contactarse: “Hola, ojos azules. No puedo dejar de recordar momentos bonitos, muy bonitos, que hemos pasado. Pero… son recuerdos, ya no forman parte de la realidad, no es una crítica. Nunca podemos criticarnos porque siempre hemos sabido desde el principio las condiciones y premisas que nos rodean. Supongo que tienes mucho trabajo, muchas historias, muchas cosas que no son historias y más cosas…. pero siento que he perdido una parcela importante de mi vida”.
En su respuesta, el yerno del Rey:”Se acerca tu cumpleaños y ves que tus sueños no se cumplen y te pones sentimental… alegra el ánimo. Estoy aquí”.
Tras detallar sus idas y venidas a Palma de Mallorca, Urdangarin habría escrito: “quizá sería un buen momento para vernos pero… cuántos problemas, sitio, hora, trabajo, niños, el marcaje… seguro que es imposible.
Otra ocasión que pasa:.. No sé ni cómo ni cuándo pero no pierdo la esperanza. No la pierdas [el nombre de ella] y pensemos que tenemos que ingeniar algo sofisticado porque si no estamos abocados a la depresión Lo intentaré pero ingenia, mantén la llama de la cita que es importante, sé que estás bien, tu marido me lo dice. Me tranquiliza, me mata. Llámame al despacho, please”.
El último mensaje sería del 1 de marzo de 2004, la mujer comenta que fue a un espectáculo con sus hijos y que leyó en la prensa que también asistió la infanta Cristina con los suyos. Además, le detalla que los planes de su marido han cambiado y “se queda en casa con nosotros (peques y yo)…Casualidades de la vida, de nuevo no podemos vernos.Al final será verdad que no nos quedará ni París”.
La respuesta del duque de Palma sería: “Pues vaya… al menos me tranquiliza que no soy sólo yo quien anula citas… Pero no lo dejemos mucho ¿vale?Llámame a la oficina, es lo más seguro”.
Como en los mensajes anteriores, tanto el yerno del rey como su interlocutora habrían utilizado los correos de sus respectivos trabajos para comunicarse. Redacción
La infanta marcha a Suiza
Tras el escándalo por la investigación judicial que afecta a su marido Iñaki Urdangarin, la infanta Cristina de Borbón y sus cuatro hijos se trasladarán a vivir a Suiza, donde la Fundación catalana La Caixa, para la que trabaja, le encargó coordinar sus programas de cooperación con agencias de las Naciones Unidas. Su cónyuge seguirá residiendo en Barcelona, pendiente del proceso judicial en el que está imputado y la Casa Real precisó que esta separación no supone la ruptura del matrimonio.