WASHINGTON. Michelle Knight, una de las tres mujeres que estuvo cautiva en Cleveland (EU) durante más de una década, dijo hoy a Ariel Castro, su secuestrador, que su propio “infierno” acababa de empezar.
“Lloré cada noche, los años se volvieron una eternidad”, contó entre sollozos Knight durante la audiencia en Cleveland en la que hoy se conocerá la sentencia de Castro.
“Nadie debería tener que pasar por lo que yo pasé”, agregó al recordar que cuando fue secuestrada en 2002 tenía un hijo de apenas dos años que se quedó “muy solo”.
Knight instó a Castro a que piense en las “atrocidades” que les hizo a ella y a las otras dos mujeres, Amanda Berry y Gina DeJesús. Los secuestros se produjeron en los años 2002, 2003 y 2004 y duraron hasta el 6 de mayo pasado.
También indicó que su amistad con DeJesús “fue lo único bueno” que puede rescatar de su traumática experiencia y dijo que Castro le “robó” 11 años de su vida; que le puede perdonar, pero “nunca” olvidará, y que merece pasar el resto de su vida en prisión.
Castro, de origen puertorriqueño, se declaró culpable de 937 cargos de los casi mil que enfrentaba después de que su defensa llegase a un acuerdo con la fiscalía para evitar la pena de muerte y puede ser condenado hoy a cadena perpetua sin opción a libertad condicional.
También habló una familiar de DeJesús, que dijo de ella que es “una superviviente” y en español, dirigiéndose a Castro directamente, señaló: “Que Dios se apiade de tu alma”.
La hermana de Berry, por su parte, pidió que se respete su derecho a no querer hablar.