MONTEVIDEO. El presidente uruguayo, José Mujica, defenderá en septiembre ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) su proyecto de legalizar la mariguana, que hace dos días obtuvo media sanción en el Parlamento, según el prosecretario de la presidencia, Diego Cánepa.
El prosecretario, en unas declaraciones exclusivas al diario La República publicadas este viernes, dijo que el mandatario tiene la intención de explicar “personalmente” el proyecto en esa cita en Nueva York, un extremo que fuentes de la presidencia consultadas no confirmaron.
En cambio las fuentes sí señalaron que Mujica analiza viajar a Estados Unidos en septiembre u octubre, especialmente con la idea de entrevistarse con el presidente Barack Obama, aunque desde hace un tiempo se especula también con la posibilidad de que comparezca en la Asamblea General de la ONU.
Desde que subió al poder en marzo de 2010, el jefe de Estado uruguayo ha delegado esa función en el vicepresidente Danilo Astori o en el ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro.
Mujica, un exguerrillero de 78 años que pasó casi 14 de ellos preso, la mayoría durante la dictadura (1973-1985), ha afirmado en varias oportunidades que la lucha contra el narcotráfico a través de la represión “fracasó” y que se necesitan “alternativas” para acabar con el “peor flagelo” de América Latina, según sus palabras.
Tras la aprobación el miércoles en la Cámara de Diputados de Uruguay de un proyecto de ley que despenaliza la producción y comercio de mariguana, el órgano de la ONU encargado de vigilar el cumplimiento de los tratados internacionales sobre drogas mostró el jueves su “preocupación” por esa medida, pendiente de ratificación en el Senado uruguayo.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) dijo en un comunicado que de aprobarse definitivamente dicha ley estaría en “completa contravención” con las disposiciones de los tratados internacionales sobre drogas, de los que Uruguay es parte.
Mujica señaló el pasado mayo durante una entrevista con Efe que se opone al consumo de mariguana, pero que prefiere legalizarlo para que no crezca “en las sombras” y cause mayor daño a la población.
“Nunca fumé mariguana porque soy de otra época y no defiendo ninguna adicción”, afirmó primero.
Luego aclaró que la mariguana es “una plaga” pero el narcotráfico es “mucho peor” y por eso pergeñó ese proyecto con el objetivo de arrebatarle el control sobre la circulación de esa droga.
El plan de Mujica autoriza al Estado a asumir “el control y la regulación de actividades de importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de cannabis o sus derivados”.