MOSCÚ. El ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos Edward Snowden, quien la víspera recibió el estatus de asilo temporal en Rusia, ya tiene dónde vivir, afirmó hoy su asesor legal ruso, el abogado Anatoli Kucherena.
“Ya ha resuelto el problema de la vivienda. Todo está bien”, dijo Kucherena a la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti, que ayer señaló a la prensa que el lugar de residencia de Snowden se mantendrá en secreto para garantizar su seguridad.
El litigante también afirmó que Snowden no tendrá problemas para ganarse la vida en Rusia. “He recibido numerosas cartas y llamadas teléfonicas ofreciendo trabajo a Snowden”, declaró y reiteró que el desenmascarador del espionaje electrónico masivo de Estados Unidos “no es rico” y que había estado gastando su dinero en el aeropuerto “para comer”.
De hecho, la primera invitación pública para trabajar vino desde San Petersburgo, donde se encuentra la sede de la red social VKontakte. Pável Dúrov, director general de VK, dijo que estaría feliz si el analista informático aceptara unirse «al equipo estelar de programistas» de su empresa, para ocuparse “de la defensa de los datos personales de los millones de usarios” que tiene esta importante red social europea.
El abogado de Snowden agregó que no sabe cuándo podría producirse una posible reunión de Snowden con la prensa.
El ex analista, reclamado por la Justicia de Estados Unidos por revelar una trama de espionaje masivo de las comunicaciones por servicios secretos de su país, llegó a Sheremétievo el pasado 23 de junio en un vuelo procedente de Hong Kong, de donde huyó después de que EU solicitara su extradición a las autoridades chinas.
Estados Unidos declaró ayer que está “extremadamente decepcionado” por la decisión del Gobierno ruso de concederle asilo temporal.
Washington advirtió incluso de que evalúa la “utilidad” de la cumbre bilateral que los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Vladímir Putin, tienen previsto celebrar en Moscú los primeros días de septiembre próximo, previa a la reunión del G20 en San Petersburgo.
Con información de El País y EFE