Nunca antes, en México o en otro país, un líder guerrillero había tenido la capacidad (y el tiempo) suficiente para entablar un diálogo mediático. Artistas, académicos, políticos y activistas de todo tipo se engancharon con la retórica que renovó en 1994 la forma y fondo, el desde entonces deteriorado escenario político en México, bajo la pluma del subcomandante Marcos en calidad de vocero del Comité Clandestino Indígena Revolucionario (CCIR). Mitad vocero revolucionario, mitad literato, es decir un mitotero mediático con vocación de (des)formador de opinión.
Hay varios EZLN, el de las comunidades de base en Chiapas (el cual es una caja negra impenetrable para las huestes mestizas), el difundido y construido mediáticamente por el Sub Marcos, el de los exquisitos y autonombrados tratadistas del neozapatismo y, el de espectador de a pie, en sus versiones mexicana y extranjera…. Más lo que se acumule en la semana.
Pasar de la oposición al poder a la resistencia, es una transformación no sólo conceptual sino también práctica que igualmente atrae como también desconcierta.
No es fácil seguir la conversación que inició el subcomandante Marcos luego del alzamiento zapatista en Chiapas. Su prosa siempre envuelta en un halo de autorreferencia e intermitencia. Repleta de silencios significantes. Luego de un largo silencio que abarcó la derrota de la izquierda electoral (PRD) y el regreso del PRI a los Pinos, el EZLN envió un mensaje lacónico el mismo día que terminaba el ciclo del tiempo de acuerdo al calendario maya y que, desde entonces ha sido desmenuzado por el Sub Marcos en dos series de escritos titulados: Ellos y Nosotros, la primera y Los Condicipul@s, la segunda.
“¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue, era noche. Y noche será el día que será el día”, sentenció el comunicado del 21 de diciembre de 2012.
En Ellos y Nosotros, el Sub Marcos analiza los cambios en el contexto social y político en México durante los últimos años, mientras que en Los Condicipul@s enumera aquellos grupos con quienes se identifica el zapatismo. Como algo novedoso, los textos del sub Marcos incluyen links a videos de YouTube y referencias a las hermanas Kardashian y las series televisivas Game of Thornes y The Walking Dead. Es más, en una expresión decididamente anti-logocentrista, el sub Marcos publicó una carta gráfica hace unos meses. Los feudos de los medios tradicionales, no han tenido otra opción más que reproducir los textos, así ha sido desde 1994.
Mucho que leer y tal vez mucho que entender a partir de lo que ha escrito el sub Marcos recientemente. O tal vez no. Mientras tanto el espectro entero de los partidos políticos se encuentra anestesiado por el Pacto por México con el que el presidente Peña Nieto pretende “mover a México”.
La resistencia zapatista y la dictadura del hashtag
A una semana de que empiecen los festejos del aniversario del EZLN en los Caracoles, el sub Marcos retomó el tema de las redes sociales y ha comenzado explicar su nuevo proyecto, la “Escuelita Zapatista”. Lo hace ahora con una nueva serie de escritos titulados: Votán, en donde aparece otra vez “Durito”, el alter ego del subcomandante Marcos.
El sub Marcos (y el ahora Durito versión Freeware), afirman que la expansión del ciberespacio se puede resumir de la siguiente manera: “internet = (igual a) la globalización inmediata y masiva del ridículo y la incapacidad de la clase política”.
Como en la mayoría de los casos, para entender lo que hoy escribe el Sub Marcos, hay que referirse a lo que escribió antes. En febrero de este año publicó un texto (ELLOS Y NOSOTROS. VI.- Las Miradas. Parte 4: Mirar y comunicar), señalando que la afirmación de que el EZLN era la guerrilla del Siglo XXI y él (El Sub) era un ciber-guerrillero era un invento de la derecha.
“Por ejemplo, fuera de Durito, ninguno de nosotros ha podido resolver el reto de hacer un comunicado twit. Frente a los 140 caracteres, no sólo soy un inútil, tan cayendo y recayendo en las comas, (los paréntesis), los puntos suspensivos… y se me va la vida y me faltan caracteres. Creo que es improbable que pueda hacerlo algún día.”
Sin embargo, a pesar del deslinde de el Sub Marcos, la realidad es que sí bien ellos no participaron de manera directa, la causa de la autonomía zapatista fue la oportunidad perfecta para que los incipientes grupos de hacktivistas realizaran las primeras protestas virtuales en la historia. El aporte del EZLN como símbolo y causa al surgimiento a la acción política a través de la red es evidente.
Para el Sub Marcos, Facebook y Twitter son ámbitos ajenos al EZLN porque son los reinos del copyright y todas sus implicaciones. Sin embargo también ha reconocido y agradecido la existencia de blogs y cuentas en Twitter y Facebook dedicados a difundir los escritos y comunicados zapatistas.
Tecno-optimismo a la zapatista
Detrás del escepticismo sobre las redes sociales de El Sub Marcos, hay optimismo. Señala su último texto: “Ah, la desesperación de comunicólogos, politólogos, columnistas, jefes de noticias: los temas de “actualidad” ya no los marcan, señalan, imponen sus análisis –no pocas veces bien lubricados por billetes de todos los colores-, sino que cada quien según su modo, su calendario, su geografía.”
“Y, de pronto, cuando el Poder se da cuenta de que de nada valió pagar tanto para que los reflectores principales (los mediáticos) se apagaran o se concentraran en el espectáculo bobalicón de moda, el respetable, la gente, la plebe, la banda, enciende sus lucecitas, pero no para acompañar rítmicamente la balada de arriba, sino para evidenciar que el rey-príncipe-ministro-presidente-gobernante-legislador está desnudo.”
La discusión On-Demand o la lista de deseos de las audiencias
Tal vez el sub Marcos no lance trinos en twitter, pero definitivamente esta siguiendo la conversación que esta teniendo lugar en esa plataforma de comunicación.
Una vez más, la posición zapatista, no se define en los actos sino en el silencio y la ausencia. Habrá que esperar un tiempo para ver a dónde apunta.
Ojalá ese nuevo impulso comunicativo del sub termine por reconocer que lo mestizo es un accidente biológico y no necesariamente una condición política-ideológica. Que la autogestión y autonomía que promueven también se puede dar lejos de las nociones colectivistas de los pueblos indígenas. Ojalá que el discurso de Marcos, logre atrapar el desencanto de la democracia estrictamente electoral o por lo menos logre entretenerlo.
Mientras tanto, habrá que reconocer que lo que el sub Marcos está escribiendo distrae del tedio de la discusión política actual en el país que se encuentra sumida en un consenso artificial. La voz zapatista, altermundista de veteranía comprobada y orgullosamente marginal, busca sacudirse la polilla y entablar un diálogo en tiempos del Pacto por México, Twitter y el aniversario del EZLN. ¿Habrá alguien escuchando?