1.-Tómate unas vacaciones
Si no puedes costearte unas vacaciones con todas las de la ley, entonces planifica salir un fin de semana o un viaje de un día. El cambio de paisaje te sentará bien.
2.- Disfruta las cosas pequeñas y sencillas de la vida
Tómate el tiempo para disfrutar de los placeres sencillos de la vida, un día hermoso, pasar el tiempo riéndose con los amigos, las flores plenamente florecidas. Todos los días ocurren muchas cosas positivas alrededor de nosotros. Aprende a detenerte, a percibir y a apreciar. La vida es un milagro que debemos disfrutar tanto como podamos.
3.- Usa el agua como terapia
Estar cerca del agua tiene un efecto tranquilizador. Ya sea un lago, una cascada, el océano o incluso la lluvia. El agua genera los “iones negativos” que te ayudan a aliviar el estrés y a mejorar tu humor.
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