El presidente nacional del Partido Acción Nacional, Gustavo Madero, afirmó que es legal la aprobación de la reforma estatutaria y afirmó que en todo momento se mantuvo el quórum necesario para que la Asamblea pudiera votar .
“Estamos absolutamente seguros de la legalidad y del sentido de la votación, ustedes mismos lo pudieron constatar… Les pido que revisen sus grabaciones y podrán constatar que el sentido de la votación, cuando se consultó, fue absoluta y contundentemente mayor a dos terceras partes. Las subsecuentes no sólo fueron mayor a dos terceras partes, sino de cuatro quintas partes o más”, dijo.
En conferencia de prensa y acompañado de integrantes de la dirigencia panista, Madero informó que probablemente se abrirá una investigación por parte del Comité Ejecutivo Nacional para indagar con los responsables del alboroto acontecido durante el transcurso de la Asamblea
Aseguró que si no se repitió el conteo de la votación en lo general fue porque hubo ninguna duda de que las dos terceras partes votaron a favor de avalar en lo general el proyecto de armonización de la reforma estatutaria.
Al cuestionarle sobre los delegados que impugnaran la nueva reforma, el líder nacional panista dijo que están en su derecho y comentó que eso no preocupa al partido por que tienen la certidumbre jurídica de los actos aprobados.
Explicó que posterior a la aprobación de la reforma estatutaria, el partido enviará al Instituto Federal Electoral este proyecto para que lo apruebe y lo sancione, posterior a ello se comenzará con la elaboración de Reglamentos correspondientes que serán presentados en la Junta del Comité Ejecutivo Nacional.
Una vez que esto suceda, afirmó, podrá ser convocada a la elección del nuevo Consejo Nacional y del nuevo Comité Ejecutivo Nacional.
Previamente varios grupos de delegados inconformes protestaron e intentaron subir a tribuna para tratar de que la dirigencia convocara a una nueva votación pues acusaron que el proyecto de armonización era distinto al que se había votado en la pasada Asamblea del 16 de marzo.
Los inconformes derrumbaron las vallas de seguridad y arribaron a la tribuna donde se encontraban la dirigencia panista para intentar frenar el curso de la Asamblea y evitar que se aprobara el proyecto de los nuevos estatutos.