¿Dormirías en una grúa, en una prisión? ¿En un palacio de sal? ¿En una cárcel? Estos son hoteles para admirar antes de entregarnos al sueño.
Sabemos que hay muchas personas que cuando viajan les gustan las emociones fuertes, a continuación te elaboramos una lista con algunos de de los hoteles más extraños del mundo tal vez sirva de fuente de inspiración para que te animes a conocerlos en tus próximas vacaciones.
1.- Jules Undersea Lodge
Es un hotel situado en Key Largo, Florida, se trata de un hotel submarino. Está pensado para buzos profesionales e iniciados en este deporte, con anfitriones especializados.
Fue inaugurado en 1986. Originalmente fue un laboratorio de investigación submarino que llegó a ser el más avanzado de su época.
Tiene de dos dormitorios independientes y una zona común, cada uno de ellos provisto de una enorme ventana de cristal. La capacidad del hotel es de 6 personas. El acceso al hotel se realiza buceando únicamente.
Está equipado con aire acondicionado, agua caliente, equipo de música, dvd, refrigerador, teléfono, cocina, etc. ¿El precio?, unos 445 dólares por persona y noche.
2.- Hotel de Hielo en Quebec
En la Villa de Sante Catherine de la Jacques Cartier de la región de Québec, en Canadá, el Ice Hotel es una celebridad por si misma, y único en su tipo en América.
Es una construcción de temporada se erige con los primeros copos de nieve del invierno boreal, para “derretirse” al finalizar el invierno. Esto es aproximadamente entre enero y fines de marzo de cada año.
El Hotel de Hielo funciona desde el año 2001 en cada temporada de invierno. Se construye a lo largo de cinco semanas y se utilizan unas quinientas toneladas de hielo. Pero a pesar de la frialdad de los materiales, no es un ambiente desprovisto, ni mucho menos.
El Hotel de Hielo cuenta con 36 habitaciones temáticas, a un promedio de 350 dólares la noche.
Los servicios incluyen una magnífica capilla, un Club de noche y discoteca que cuenta con el “ambiente más frío del mundo” los tragos se sirven en vasos, justamente, de hielo.
3.- Free Spirit Spheres
Si de niño soñaste en tener una casa en el árbol, esta es tu hotel.
Tiene ocho alojamientos suspendidos a varios metros de altura y camuflados entre las ramas de árboles centenarios.
Esta es una oportunidad sin igual de vivir unas vacaciones tranquilas en contacto directo con la naturaleza. Se llama Free Spirit Spheres.
Con tan sólo la fuerza de unas cuerdas, tres habitaciones con forma de cáscara de nuez cuelgan de varios árboles en los bosques de Vancouver (Canadá).
Bautizadas como Eve, Eryn y Melody, las tres esferas han sido construidas con madera y fibra de vidrio, y diseñadas para encajar perfectamente en el entorno natural sin alterarlo.
4.- Hotel Arlanda-Jumbo Stay (Suecia)
Para los amantes de la aviación y como demostración para los que creen que dormir cómodamente en un avión es imposible, Jumbo Stay ofrece un alojamiento único dentro de un jumbo jet modelo 747-200 construido en 1996 y que fue operado por una compañía aérea sueca.
El avión-hotel se encuentra en el aeropuerto de Estocolmo Arlanda (a 42 kilómetros del centro de la ciudad). Una de las habitaciones “estrella” es la que está en la propia cabina del avión, que es en suite y posee amplias vistas a las pistas del aeropuerto.
Se puede dormir en habitaciones privadas o siguiendo el formato «hostel». Además, si conocer el avión de punta a punta (cabina incluida) no le es suficiente, el pasado mes, Jumbo Stay habilitó una plataforma de observación en el ala izquierda del avión. Todo ello con los beneficios de un aeroplano que no sufre turbulencias.
5.- Das Park Hotel, en Alemania
Aquí Los huéspedes duermen en el interior de grandes tuberías de las que se usan para canalizar el agua, o para los desagües.
Está en Alemania, concretamente en Bottrop-Ebel, cerca de la ciudad de Essen, en Renania del Norte-Westfalia.
Las tuberías de desagüe recicladas que hacen las veces de habitaciones no son en absoluto incómodas y tienen suficiente espacio.
El hotel dispone de tres tubos con un diámetro interior de 2 metros, y una longitud de 2,6 metros. Son de uso individual, aunque también pueden dormir en ellos dos personas. Disponen de una cama doble, mesilla de noche y un saco de dormir. Los baños y duchas son de uso público.
6.- Palacio de Sal (Bolivia)
¿Te imaginas un hotel hecho de pura sal? El primer hotel de sal fue construido dentro del Salar en el año 1998 por la loca iniciativa de un hombre llamado Juan Quesada Valda, quien fue el pionero de los hoteles de sal en el mundo.
A Juan le surgió la brillante idea de construir un hotel 100% de sal: paredes, techos, mesas sillas y otros, al cual lo bautizo con el nombre de Palacio de Sal.
El objetivo de la construcción de este edificio arquitectónicamente suigeneris ha sido lograr que los pasajeros que visitan el salar de Uyuni tengan un lugar, que vaya en equilibrio con la naturaleza y el paisaje que lo rodea, para disfrutar de un descanso placentero e inolvidable.
En el año 2004 el hotel Palacio de Sal fue trasladado a orillas del majestuoso Salar con la finalidad de brindar un servicio acorde a las exigencias de los clientes. Construido sobre 4500 mts cuadrados renace un imponente hotel con las comodidades de la hotelería moderna.
7.- Propeller Island City Lodge: hotel
Sin duda, es un hotel completamente fuera de lo normal, más bien es “una obra de arte habitable”. Hay que reconocer que está muy trabajado, pero no deja de ser muy extraño.
El hotel Propeller Island City Lodge tiene 45 habitaciones, una más rara que la otra, creadas por el artista berlinés Lars Stroschen, que al parecer disparó su vena más alocada para decorar cada uno de los ambientes.
La habitación minimalista, la habitación caleidoscopio, dormir en una cama voladora, en un sarcófago, en una cama colgante o en una celda de prisión, todo es posible en este hotel. Incluso, una de las habitaciones más locas está al revés, o sea, tiene la cama en el techo.Lo único que no es tan extraño son los precios, que los encuentro bastante lógicos para un hotel de estas características en Berlín.
Las habitaciones rondan entre los 70 y los 180 euros, dependiendo de la habitación elegida para pasar la noche. Luego, se cobra un extra de 15 euros por persona adicional (hay algunas habitaciones que son triples). Y si durante la estadía quieres cambiar de habitación debes pagar 25 euros para probar nuevas sensaciones.
8. Hotel-prisión Långholmen, en Suecia
¿Alguna vez soñaste con estar en prisión? Probablemente no. Pero jugar a ser «prisionero por un día» puede ser una buena anécdota que añadir a tu viaje.
El hotel Långholmen, ubicado en la isla del mismo nombre en el centro de Estocolmo, permite vivir esta experiencia.
El hotel es una antigua cárcel cerrada en 1975 que no ha sido derribada para construir el hotel sino solo reformada, es el escenario perfecto para aquel viajero que quiera sentir cómo es vivir «tras las rejas».
Eso sí, se trata de prisioneros/viajeros de lujo ya que el hotel ofrece cómodas camas, luminosas habitaciones con todas las facilidades y un restaurante (desayuno incluido) que ofrece lo mejor de la cultura gastronómica sueca. Además, proponen actividades, como la innegable visita al museo «From Crime to Chains» (Del crimen a las cadenas) para sumergirse aún más (si cabe) en la «cultura carcelaria».
Las celdas pueden ser individuales, matrimoniales o incluso se puede reservar para ir en familia. El Långholmen es también hostel (albergue) por lo que, los más osados, podrán compartir su «celda». La isla donde se encuentra el hotel, famosa por su entorno verde y natural, tiene también playas: la más cercana está a 100 metros del hotel.