GÓMEZ PALACIO. Rubén Sifuentes Cadena, alias “El Shaggy”, tenía cerca de tres meses de haber regresado a su tierra: Santoña, ejido de Gómez Palacio, Durango, donde ya fuera de día o noche, andaba armado y presumiendo en el ejido La Flor ser el asesino de José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira.

 

Pobladores de Santoña y La Flor, ejidos vecinos, contaron que “El Shaggy” se fue rumbo a Acuña, Coahuila, cuando tenía unos cuatro o cinco años. A su regreso, al menos en La Flor, se paseaba en una motocicleta o en una camioneta sintiéndose “el rey del barrio”.

 

Sifuentes Cadena fue identificado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) como uno de los tres autores materiales del homicidio de José Eduardo Moreira Rodríguez, ocurrido el 3 de octubre de 2012 en Ciudad Acuña.

 

“Aquí presumía que era quien había matado al hijo de Moreira. Decía que podía tener la mujer que quisiera. Si quería entrar a alguna tienda y estaba cerrada, golpeaba la puerta con la pistola y así cómo no le abrían”, contó una vecina del ejido La Flor, quien estaba la noche del sábado en el baile de 15 años donde Sifuentes Cadena murió en un enfrentamiento, y donde también perdieron la vida Jenny Amaya, de 21 años, y su hijo Eder Ontiveros, de dos.

 

Aquí, mencionó la gente, “El Shaggy” tenía dos hijos que poco procuraba. Era “lucido, fantoche”. Llevaba como escoltas a un par de muchachos de 19 o 20 años, quienes lograron escapar del enfrentamiento. Relataron también que solía contar sus anécdotas a chavales de 12 o 13 años, mientras ellos miraban con atención al famoso matón, como si fuera el viejo del pueblo que cuenta las andanzas de mejores años.

 

Cuatro jóvenes menores de edad que caminaban por los las calles polvorientas del ejido, contaron que la gente en La Flor hablaba mucho de él. “Decían que era peligroso y la gente tenía miedo. Nadie le decía nada”, dijo uno de los muchachos. “Se metía a las cantinas, andaba borracho y tiraba su rollo”, agregó otro.

 

Los jóvenes estaban en esa fiesta de quinceañera en la plaza principal del ejido. De hecho son amigos de Fernanda, la festejada a la que le arruinaron su día.

 

“Aquí regresó porque no hay ley. Nunca entran las patrullas. Es cierto, nunca había pasado nada hasta ahora”, refirió una habitante del ejido La Flor, un rancho incrustado a unos mil metros de la carretera que va de Gómez Palacio a Tlahualilo, donde la mayoría de los hombres son obreros o maquileros y las mujeres laboran en alguna casa de la zona urbana.

 

De hecho, para los habitantes del ejido La Flor, “El Shaggy” no era sólo el homicida de Lalo Moreira. El pasado 20 de julio murieron tres personas (una ese día y dos que habían sido heridos) en otro baile en el ejido Escuadrón 201, de Matamoros, Coahuila, y aseguraron, él fue quien disparó a la multitud.

 

No fue la Marina, aclara Fiscalía

 

Rubén Sifuentes murió en un enfrentamiento entre grupos criminales, aclaró ayer la Fiscalía de Durango, luego de que el domingo informó que “El Shaggy” había sido abatido por la Marina.

 

En un comunicado, la dependencia detalló que el tiroteo ocurrió a las 00:30 horas del domingo en el ejido La Flor, de Gómez Palacio, cuando se celebraba una fiesta de 15 años en la plaza principal.

 

Durante el festejo, un grupo de desconocidos efectuó varios disparos, por lo que el presunto homicida respondió. La Fiscalía señaló que tras escucharse las detonaciones llegó personal de la Marina al sitio, pues se encontraba en un recorrido ya que se tenía conocimiento de que “El Shaggy” vivía en uno de esos poblados.