SALTILLO. No necesitó de súper poderes, sólo de la voluntad para poner fuera de peligro a su mamá y a su hermana, para quienes Alexandra, de 12 años, es una heroína, al recibir un balazo en la mano al enfrentarse a dos ladrones.
La noche del sábado, Guadalupe Araceli, de 34 años, regresaba a su domicilio en la colonia San Miguel, acompañada de su hija Alexandra, de 12 años, y otra hija de 16.
Apenas eran las 21:00 horas, y Guadalupe, para acortar distancia, decidió que caminarían bordeando el arroyo, en lugar de irse por la prolongación Carlos Salazar.
“Fue entonces que de la nada aparecieron dos hombres, no les vimos la cara porque la llevaban tapada, nos gritaron que nos detuviéramos, mientras nos apuntaban con una pistola”, recuerda la mujer, quien temía por la vida de sus hijas.
No sabe si fue por valor, confianza o incredulidad, pero Alexandra se abalanzó contra los desconocidos, intentando desviar la mira del arma para que su mamá y su hermana pudieran escapar… entonces sonó un disparo.
El silencio luego de la detonación fue interrumpido por el llanto de Guadalupe, quien llevó de urgencia a su hija a la Cruz Roja.
Ahí se enterarían que la bala había producido un orificio de entrada y salida en la mano izquierda de la menor, sin que se dañara ningún hueso.
“La llevé a la Cruz Roja, donde la recibió la doctora y me dijo que necesitarían llevarla a un hospital para hacerle radiografías, entonces me dio la orden para meterla al Hospital General, donde le hicieron los estudios y vieron que no había huesos dañados”, explicó la madre de Alexandra.