ESTAMBUL. Un total de mil 300 personas murieron hoy en un ataque con armas químicas en varios distritos de la periferia de Damasco, denunció la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que solicitó una intervención urgente de la comunidad internacional contra el régimen de Bachar al Asad.
George Sabra, portavoz de la CNFROS, subrayó durante una rueda de prensa celebrada hoy en Estambul el carácter indiscriminado de los ataques y el empleo de armas químicas, extremo negado por Damasco.
En tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU inició una reunión de emergencia sobre la situación en Siria tras la denuncia de un posible ataque con armas químicas.
El encuentro, que se celebra a puerta cerrada en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York, fue convocado por la presidencia argentina del Consejo de Seguridad, a petición de Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Corea del Sur y Estados Unidos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo estar “conmocionado” por esta nueva denuncia y anunció que la misión de expertos que se encuentra en Siria para investigar otros presuntos ataques negocia con las autoridades estudiar este último incidente.
Una de las opciones que se barajan en este momento es que el equipo liderado por el profesor sueco Ake Sellström, que llegó a Siria el pasado sábado con un mandato inicial de 14 días, investigue también este nuevo incidente.
El régimen de Damasco y Naciones Unidas continúan discutiendo “en paralelo” otras posibles denuncias de uso de armas químicas tal como acordaron en julio ambas partes, según dijo un portavoz de la ONU, Eduardo del Buey, en una conferencia de prensa.
El secretario general, añadió el portavoz, reafirmó nuevamente su determinación para que se investiguen todas las denuncias y reiteró que de confirmarse el uso de armas químicas sería una violación de las leyes internacionales.
Los rebeldes se quejaron hoy de la pasividad internacional, que, según dijo en Estambul el portavoz de la CNFROS, George Sabra, interpretan como un respaldo al régimen de Bachar al Asad.
Por su parte, el régimen sirio confirmó que lanzó hoy una gran ofensiva sobre los barrios de la periferia de Damasco controlados por los rebeldes, pero desmintió que haya utilizado armas químicas, como ha denunciado la oposición.
Desde que se inició la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, han muerto más de 100 mil personas y casi siete millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia, según las últimas cifras de Naciones Unidas.