WASHINGTON. Desde el año 2001, la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) de Estados Unidos es capaz de escudriñar 75% de todo lo que ocurre por internet en el país, a partir de un sistema secreto que filtra las comunicaciones en red que inician o pasan por EU hacia el exterior.
El sistema opera con programas de vigilancia con nombres clave como: Blarney, Fairview, Oakstar, Lithium y Stormbrew y funciona con ayuda de compañías de telecomunicaciones, informó ayer el diario The Wall Street Journal (WSJ).
Ese sistema de filtro de información de la ASN se construyó a partir de la relación con las firmas de telecomunicaciones que, juntas, comprenden 75% de las comunicaciones estadunidenses por internet.
Los programas de vigilancia de internet tienen la capacidad de rastrear casi cualquier actividad cibernética en tanto la pesquisa sea aprobada por la secreta Corte de Vigilancia a la Inteligencia Extranjera (CVIE).
Esa Corte faculta a la agencia de vigilancia para realizar su tarea en Estados Unidos, siempre y cuando no recopile información privada de los ciudadanos estadunidenses. En todos los casos, debe desechar esos datos y el riesgo con los programas recientemente revelados es que sean retenidos por el gobierno sin conocimiento de los ciudadanos.
Por ejemplo, dice el diario, Verizon Communications Inc., colocó interceptores en las mayores zonas metropolitanas de Estados Unidos, según declaró una fuente al rotativo. No está claro cuánta información que así se intercepta llega a la ASN, pues la empresa declinó comentar. Sí se sabe, en cambio, que el filtrado de esa información ocurre en más de una docena de ubicaciones, donde coincide la intersección de las mayores líneas de internet en Estados Unidos.
La filtración de las comunicaciones por internet, usa algoritmos para “capturar” información valiosa en el flujo de conversaciones comunes y es tan amplia que es muy probable que como resultado de la “pesca” de esa información extranjera se intercepte información generada dentro de Estados Unidos.
Tal posibilidad violaría las disposiciones de la secreta Corte de Vigilancia a la Inteligencia Extranjera (CVIE), que faculta a la ASN para realizar sus actividades de vigilancia antiterrorista.
De acuerdo con la vocera de la ASN, Vanee Vines, si las comunicaciones de los estadunidenses se recolectan “incidentalmente”, la agencia sigue “procedimientos de minimización que están aprobados por la fiscalía general y diseñados para proteger la privacidad de los ciudadanos de Estados Unidos, refiere el rotativo.
Sólo el programa Blarney está en uso desde 2001 y pasa lista a gran parte de la información que se transmite por fibra óptica para captar la información que transfiere la AT&T en San Francisco.
Los programas que ahora describe The Wall Street Journal son diferentes que los que reveló Snowden, quien mostró uno destinado a la captura de registros telefónicos de estadunidenses y otro que pide datos almacenados por las empresas que proveen acceso a internet. El reportaje de The Wall Street Journal concluye con la reflexión de que es difícil saber cuántos datos domésticos han sido retenidos inadvertidamente por la ASN.
Cómo opera:
1. La ASN pide a las compañías de telecomunicaciones que le envíen informes del tráfico en internet que contengan datos de la inteligencia extranjera. Ese es el primer corte de los datos. Esa solicitud no pide todo el tráfico, sino ciertas zonas.
2. El segundo corte lo hace la ASN. Copia el tráfico y decide qué comunicaciones deja, como datos en lo que llama “selectores fuertes”: emails o bloques de direcciones electrónicas de organizaciones que le interesen. Así puede ver el contenido de las informaciones y quién las transmite.
El Pentágono rastrea a Twitter: FT
WASHINGTON. El ejército estadunidense ha investigado cómo rastrear las posibles amenazas a la seguridad, desde el terrorismo al lavado de dinero, a partir de su inspección de la información pública de las redes sociales como Twitter, lo que preocupa de manera creciente a las firmas de microblogs de que inadvertidamente sean usadas para obtener los perfiles privados de sus usuarios, refirió The Financial Times ayer.
Twitter capta datos públicos que son accesibles a cualquiera que quiera estudiarlos, y ahora eso incluye un brazo del ejército estadunidense mejor conocido por su redada en la captura de Osama bin Laden. Se trata del Comando Estadunidense de Operaciones Especiales.
Usando software que organiza y combina datos de Twitter con información de otros sitios web, cortes judiciales, bancos y servicios de geo-localización, el grupo militar recopiló expedientes detallados sobre individuos y sus actividades.
En un experimento de ocho días, denominado Qantum Leap, el Comando en Washington reunió a 50 participantes del gobierno e industria el pasado verano, para probar cómo podría usarse la tecnología para “identificar y explotar las redes comerciales y de información” en un caso de lavado de dinero, de acuerdo con un resumen del experimento que obtuvo Steve Aftergood, del centro de pensamiento Federación de Científicos Estadunidenses (FAS).
Twitter ha hecho una virtud de su postura para proteger a sus usuarios y permanece inalterable cuando los gobiernos se extralimitan. Fue notoria la ausencia Twitter en la lista de compañías de Silicon Valley mencionadas en los documentos que filtró Edward Snowden, el ex analista de la ASN, sobre el programa de vigilancia denominado Prism.
Preguntado al respecto, William Binney, veterano de la ASN, comentó que el gobierno ha construido sofisticado software para minar y recolectar datos de las redes sociales, incluido Twitter, pero los detalles de ese programa siguen en secreto.