RÍO DE JANEIRO. Un día después que el gobierno brasileño anunciara la firma de un acuerdo para contratar a cuatro mil médicos cubanos, como parte de un programa oficial de reclutamiento de doctores extranjeros, la Federación Nacional de los Médicos (Fenam) denunció que éstos tendrán una condición semejante a la esclavitud.
En su página de internet, la Fenam apunta que “los contratos de los médicos cubanos tienen características de trabajo esclavo y sólo sirven para financiar al gobierno de Cuba”.
El presidente de la Federación, Geraldo Ferreira, afirma que los galenos extranjeros serán sometidos a condiciones irregulares de trabajo: tendrán una movilidad limitada dentro del país y recibirán una parte insignificante de los cuatro mil 80 dólares que el gobierno brasileño pagará al cubano por cada uno de ellos.
La mayoría de las entidades representativas de los médicos ha criticado el acuerdo anunciado por el gobierno brasileño para que este mismo año lleguen al país 400 de ellos inmediatamente y el resto lo haga antes de final de año. El pacto está sustentado con una inversión de 250 millones de dólares del gobierno brasileño y busca que esa cantidad de médicos, que representa 10.5% de los 15 mil 460 necesarios, llegue a las zonas más necesitadas del país.
El objetivo de ese acuerdo entre ambos países busca cubrir la carencia de profesionales de la salud en el sector público brasileño, especialmente en las zonas más pobres del país, donde las autoridades han reconocido que hacen falta más de 15 mil 460 doctores de todas las especialidades.
El ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, firmó el acuerdo de cooperación a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y ha manifestado que la solicitud de médicos por su país pide como prioridad a médicos “experiencia profesional e internacional, sobre todo en países de lengua portuguesa”.
Según el CFM, la medida es “electoral, irresponsable e irrespetuosa” por permitirle el ejercicio a personas que no han sido sometidas a exámenes de calificación ni de dominio del idioma, viola “los derechos individuales, humanos, del trabajador y expone la salud de la población a situaciones de riesgo”, apunta el comunicado.
En el marco de las protestas en junio en contra del gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se anunció un programa para incorporar médicos extranjeros a la sanidad pública, sobre todo en las zonas más remotas y pobres del país.
Salud para 701 municipios
El gobierno admite que los médicos brasileños no han mostrado interés en trabajar en las zonas apartadas del país y de bajos recursos; por ello, pretende que los cuatro mil galenos cubanos cubran las necesidades médicas de 701 municipios del norte y noreste de Brasil. Muy criticado por el gremio médico de Brasil, el programa tuvo mil 618 inscritos en la primera fase de registro, que representa 10.5% de la demanda de 15 mil 460 médicos para tres mil 511 ciudades.