Las casas de campaña, muchas de ellas de la marca Coleman, desbordaron la plancha del Zócalo. Los inconformes que poco a poco se incorporan al plantón ocupan las calles aledañas, indiferentes al reclamo de los locatarios por la caída en sus ventas y la mirada atónita de algunos turistas que pasean por la zona.

 

El plantón “espanta” a la clientela, se quejan los comerciantes. La caída en las ventas, dicen, está entre 70% y 90% desde el lunes pasado, cuando el campamento de los docentes comenzó a expandirse.

 

En las joyerías algunos vendedores observan con impotencia la plaza ocupada: “Esta situación espanta a los clientes, les da miedo acercarse a comprar al ver a los maestros tan cerca”, comenta uno de ellos.

 

Empleados de restaurantes establecidos reportan que a diario pierden comensales, en algunos, dicen, han tenido que cesar a parte del personal. Caso contrario es el de los puestos informales de comida, cuyas ventas se incrementan por la presencia de los maestros.

 

En los puestos de revistas, los encargados responsabilizan a los maestros por las nulas ventas. Incluso ha habido “empujones” con los maestros por el espacio, denuncian los voceadores.

 

El campamento comentó a expandirse el lunes pasado, cuando los profesores se apoderaron de las tres carpas que durante el verano albergaron las pantallas de cine 3D y la Miniciudad del Programa Guardián Vial, que puso en marcha el Gobierno del DF.

 

Este jueves, la plancha del Zócalo resultó insuficiente para albergar a los profesores que llegaron de diversas entidades para “reforzar el campamento”. Calles como 20 de Noviembre, 5 de Mayo y República de Brasil fueron invadidas con improvisados pabellones.

 

Caminar por la plaza de la Constitución resulta complicado, para hacerlo es necesario esquivar lazos, lonas y piezas de cartón esparcidos por la zona. Las torres de la Catedral y los niveles superiores de los palacios coloniales apenas se asoman entre las tiendas de campaña (muchas de ellas lucen nuevas).

 

Entre los peatones que atraviesan lentamente la plaza, algunos turistas se abren camino para salir de ese asfixiante escenario: “Nos decepciona un poco ver el Zócalo así, no podemos tomar fotos, pero comprendemos que esta situación se puede dar en cualquier país”, comenta un vacacionista londinense.

 

En las esquinas de la plaza el olor a orines es intenso. El gobierno capitalino retiró los baños “portátiles” que había instalado a un costado de la Catedral, por lo que los maestros deben buscar sanitarios en los alrededores.

 

La falta de servicio es preocupante para Anabel, una mujer procedente de Oaxaca quien padece diabetes: “Encontramos unos baños públicos aquí adelante (sobre República de Brasil), pero cierran a las siete de la noche. No sé qué vamos a hacer después”.

 

Ante la escasez de sanitarios, los maestros eligieron como alternativa los baños de los museos de la zona; para ellos el acceso es gratuito debido a su condición de docentes. En tanto, las visitas a estos recintos se redujeron entre 30% y 90%, según el personal que ahí labora.

 

Pese a todo, los comerciantes no pierden la esperanza de que los maestros desalojen el Zócalo para el 15 de septiembre, algunos consideran que la siguiente semana sean retirados. La CNTE, en cambio, amenaza con dar el Grito de Independencia en ese lugar.

 

IP llama a legisladores a no dejarse amedrentar

 

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) llamó a los legisladores a no dejarse amedrentar, volver al recinto legislativo y avanzar en las reformas educativas que el país necesita.

 

El organismo, que encabeza Juan Pablo Castañón, lamentó que el Congreso de la Unión haya cedido ante la presiones y chantajes de quienes utilizan la violencia como herramienta política y dejar de lado la discusión de la Ley de Servicio Profesional Docente, la cual consideran una parte fundamental de la reforma educativa.

 

Maestros paristas no deben cobrar

 

La organización social Suma por la Educación exigió a las Secretarias de Educación Pública y a las estatales suspender los pagos de los maestros que no asisten a clases y darlos de baja del sistema educativo si no regresan a las aulas en tres días hábiles.

 

A través de un comunicado, la asociación apuntó que 1.7 millones de niños de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Distrito Federal y Chiapas no regresaron a clases el lunes pasado que inició el ciclo escolar 2013-2014.

 

“Estos docentes, no sólo están privando a más de un millón de niños de su derecho a la educación, sino que, además, hicieron paro en la Ciudad de México, coartaron la libertad de tránsito,  el derecho humano a la seguridad,  al respeto a la propiedad ajena y realizaron actos de violencia”, dice el documento.

 

La organización, presidida por el empresario y ex diputado Francisco Landero, recordó que la sección 22 de Oaxaca suspende el inicio de clases desde 1980, pero lo más grave es que los gobiernos federales y estatales siguen entregándoles concesiones y recursos que fomentan estos actos.

 

 

Advirtió que las dos leyes secundarias aprobadas —Ley General de Educación y Ley del Instituto Nacional de Evaluación Educativa—, no serán suficientes ni permitirán crear condiciones para una educación integral.

 

“Instamos a los legisladores a actuar con valentía y patriotismo; a no dejarse amedrentar y avanzar en las reformas que el país necesita. En materia educativa, debe garantizarse que el Senado discuta y apruebe las leyes ya votadas en la Cámara de Diputados, y resulta urgente volver a incluir en el debate la Ley del Servicio Profesional Docente”, puntualizó.