ana-saldañaLagkawi, conocida como la “joya de Kedah”, forma parte de un archipiélago de Malasia con 104 islas localizadas en el mar de Adaman, casi en la frontera con Tailandia. En la parte noroeste de la isla, se encuentra la bahía de Datai, una bahía privada protegida con bosques de lluvia, playas con arenas blancas y aguas esmeraldas tranquilas. Es aquí donde se encuentra el exclusivo hotel The Datai.

El hotel consta de 124 habitaciones, entre ellas cuatro suites con alberca privada en las que, rodeado por la selva, uno puede desconectarse del ajetreo cotidiano mientras escucha los sonidos de las chicharras y pájaros que habitan ahí.

Para moverse dentro del hotel, uno recorre por pequeñas estructuras de madera que te conducen entre los manglares a las villas y a la playa. El verdor abunda, así comos las flores exóticas y los aromas de las mismas. Al llegar al cuarto, la primera instrucción es nunca dejar comida afuera y además mantener las puertas con llave, ya que el hotel cuenta con una población de tres diferentes tipos de monos que ya saben cómo funcionan las puertas. Esto lo comprobé una tarde cuando oí sonidos afuera de mi terraza y me topé con una familia de monos que justo estaba tratando de abrir. Después, trataron de explorar la otra terraza, en donde, protegida detrás del vidrio de la tina del baño, tuve el encuentro más cercano que haya tenido con monos salvajes. Nos observamos durante más de 20 minutos mientras jugaban y se colgaban de todo lo que podían.

Las habitaciones, construidas todas de madera, cuentan con dos terrazas, una amplia zona de estar y una agradable zona de baño con una tina privada, además de la alberca exterior. El hotel fue construido hace más de 20 años y hay ciertas cosas que parecerían necesitar remodelación, como la iluminación de las habitaciones que es oscura y poco moderna. Aun así, los cuartos ofrecen las últimas comodidades, incluyendo una cafetera para preparar espresso en la habitación y un ipod con todo y música, que ofrece un amplio espectro para todos los gustos, desde música clásica hasta punk.

El servicio en el hotel es atento, aunque confieso que uno requiere de paciencia, ya que parecen manejar otros tiempos. Sin duda, el mejor trato siempre lo encontré en sus restaurantes, en donde se vive toda una experiencia combinada con una cocina excepcional. El hotel cuenta con cuatro restaurantes y un bar. Tiene un espacio especializado en comida malaya, en donde uno puede seleccionar personalmente el pescado que desea que le preparen o mariscos atrapados ese mismo día. También cuentan con un restaurante de comida tailandesa, el cual tiene una vista abierta al bosque de lluvia. Los otros dos restaurantes son más informales. Los desayunos son memorables. Cuentan con un amplio buffet con comida local, incluyendo unos fideos con caldo delicioso, y preparaciones de pequeños panqués acompañados de curry con verduras, además de todo tipo de dim sum, una amplia variedad de frutas y cocina internacional.

El hotel es frecuentado por familias y parejas. Cuenta con una alberca privada sólo para adultos, pero las demás instalaciones son compartidas.

Sin embargo, si tuviera que decir qué es lo que más me gustó del lugar además de su comida, sin duda sería el spa. Ubicado en medio de la selva, las habitaciones para parejas cuentan con una regadera exterior, una pequeña alberca y un vapor, así como sillas en una terraza desde donde uno puede ver los manglares. Invariablemente, en los spas uno está acostumbrado a escuchar la típica música relajante; sin embargo, descubrí que no hay nada más relajante que los mismos sonidos de la selva, que rítmicamente te mecen, mientras manos expertas trabajan para aliviar a tu cuerpo de los estragos del estrés y la vida cotidiana. El masaje que me dieron en este lugar estuvo excepcional.

Así, la vida transcurre lentamente en este lugar, entre la brisa del mar y los sonidos de la selva. Sin duda, si uno se encuentra por estas latitudes, valdrá la pena visitarlo.

Espero que tengas un maravilloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

 

***

 

The Datai Lagkawi

Jalan Datai Teluk Datai,

07000 Langkawi, Kedah, Malasia

Tel. +60 4-959 2500

www.thedatai-langkawi.com

 

***

Tips.

 

1) La manera más fácil para llegar es vía Kuala Lumpur. Esta isla se ubica a sólo una hora de vuelo. Actualmente, la aerolínea de bajo costo Air Asia tiene varias conexiones a esta isla con muy buenos precios.

2) En Malasia, la mayoría de la gente habla inglés, por lo que es muy fácil comunicarse.

3) Aunque la mayor parte de la población es musulmana, son muy cosmopolitas, por lo que no es necesario contar con vestimenta especial para visitar este lugar.

4) Cuenta con una importante influencia china e india, por lo que su comida ofrece una rica fusión de la cocina malaya con estas gastronomías.

5) La temporada de lluvia es en julio y agosto, por lo que en las tardes normalmente llueve.