HONG KONG. El ex líder político chino Bo Xilai admitió hoy “cierta responsabilidad” por el dinero que se le acusa de malversar, que terminó en las cuentas de su esposa, en el tercer día del juicio en su contra.
“Me siento avergonzado. Estaba demasiado descuidado. Esos eran fondos estatales”, aseguró Bo en un juicio que ha llamado la atención a nivel nacional e internacional y cuya transcripción completa puede ser consultada en internet.
Bo reconoció en la corte de Jinan que su mujer había robado dinero, que proviene de los fondos del gobierno, pero que no hizo lo suficiente para detenerlo.
El tercer día del juicio del político chino Bo Xilai, acusado de malversación de fondos y abuso de poder, inició en una corte de Jinan en la provincia oriental china de Shandong.
En la sesión de este sábado, la fiscalía presentó un testigo, considerado clave, que aseguró haber presenciado cuando Bo en una llamada telefónica con su esposa realizaban una operación ilegal.
Wang Zhenggang, un ex funcionario de planificación en Dalian, donde Bo era el alcalde en la década de 1990, dijo a la corte que el político había hecho la llamada en su presencia.
En cambio, Bo sostuvo en su defensa que esa versión de la llamada telefónica no tenía sentido. “Ni siquiera es lo que el delincuente más estúpido haría”, añadió.
Las transcripciones del juicio en el Tribunal Popular Intermedio en Jinan aparecen en una cuenta verificada en Sina Weibo, el equivalente de Twitter en China, porque no se ha permitido en la corte la presencia de medios de prensa extranjeros.
En cambio, los medios estatales locales han destacado la cobertura del juicio, calificándolo como un hito en la historia de la jurisprudencia china. “Este grado de transparencia no ha ocurrido antes”, señalo en un editorial el diario Global Times.
La defensa del carismático político chino, quien a raíz del caso en su contra su carrera se vino abajo, cuando apuntaba a un alto cargo del Partido Comunista de China (PCCh), ha marcado una estrategia muy agresiva para desbaratar los argumentos de la fiscalía.
Los fiscales acusan a Bo de aceptar sobornos por 21.8 millones de yuanes (3.5 millones de dólares) de los empresarios Tang Xiaolin y Xu Ming y de malversar cinco millones de yuanes de los fondos públicos del gobierno municipal de Dalian.
También fue acusado de abusar de su poder al tratar el caso del asesinato cometido por su esposa, Gu Kailai, y la deserción de su subordinado Wang Lijun en 2012.
El ex secretario general del Partido Comunista en la ciudad de Chongqing y ex miembro del Buró Político de PCCh ha negado todos los cargos en su contra.