Ray-Bradbury-In-Time-Machine

La primera vez que leí el cuento corto “Caleidoscopio” que trataba de los últimos momentos de un par de astronautas cayendo sin remedio a la atmósfera terrestre para consumirse en llamas y a la vista de un niño, se convirtieron en una estrella fugaz a la que podía pedírsele un deseo.

 

Con esto recordé las noches que de joven dediqué a mirar las estrellas, esperando que algún milagro sucediera.

 

Mi deseo era que una nave de miles de colores me llevase fuera de este planeta. En ese momento y la realidad en que vivía, ese sentimiento de ser un humano común y de repente verte envuelto en una situación extraordinaria, es el sentimiento que me transmitió ese cuento de Bradbury, por supuesto a partir de ese momento me convertí en un gran admirador de su trabajo.

 

Descubrí muchísimas cosas después que me parecieron fascinantes, entre ellas que la gran mayoría de cuentos de “Tales from the crypt” (que eran cómics de terror con dibujos sorprendentes pero historias aún más sorprendentes), por mucho tiempo adaptaron y utilizaron sin permiso distintas obras suyas, contextualizadas a ese mundo de terror, ya que hacía falta gente con historias interesantes.

Eso me acercó al cuento “El árbol de las brujas” el cuál relataba que en Marte vivían los villanos de todos los cuentos, exiliados y condenados a desaparecer.