ROBERTO ZAMARRIPA
15 mayo 2006
La opacidad del sistema de justicia en el estado de México no permite corroborar los relatos de la barbarie. Ese sistema de justicia no arroja la verdad sino fomenta la impunidad de la salvaje operación policiaca. Es un sistema de justicia diseñado, justamente, para ocultar las pruebas.
26 agosto 2013
Hay quienes piensan que Peña puede forzar el cambio, con costos sangrientos incluidos, únicamente con el gusto de decir, como en el spot, sí se puede. Es más difícil, quizás más latoso, cambiar alentado por los consensos. ¿Se puede?
JESÚS SILVA-HERZOG MÁRQUEZ
2 de julio 2012
Lo preocupante tiene que ver con el uso de la fuerza pública, como en Atenco.
26 agosto 2013
La disyuntiva que presenta Miguel Ángel Mancera para la ciudad es inaceptable: no tenemos por qué escoger entre el caos y la represión. A su gobierno le corresponde el deber de garantizar el ejercicio de los derechos también en casos de extrema tensión. Le corresponde también equiparse física, profesional y jurídicamente para actuar legítimamente, respetando los derechos. Al gobierno capitalino -y a cualquier otro- le corresponde aplicar la ley (y en ocasiones eso significa hacer uso de la fuerza pública). Es una barbaridad pensar que la aplicación de la ley implica provocar a la muerte.
RICARDO ALEMÁN
7 mayo 2006
Para los fines de los gobiernos federal y estatal, el operativo resultó exitoso. Una demostración de fuerza -y de brutalidad policiaca igual a la brutalidad mostrada por los “macheteros” contra la policía el día previo-, con la que el gobierno mexiquense y el federal creyeron acabar con el “foco rojo” de Atenco. Y en efecto, no sólo se cortaron los tentáculos del EZLN en las proximidades del Distrito Federal, no sólo se apagó un “polvorín electoral” de alto riesgo, sino que se deslizó la percepción de que el candidato López Obrador es el candidato de la violencia. Una jugada que pareció perfecta. Pero que se puede complicar a niveles impensables.
26 agosto 2013
Y cuando los ciudadanos exigen a los poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial que actúen contra los vándalos de la CNTE, tampoco se trata de promover un baño de sangre, como lo sugiere Miguel Mancera, quien trata de responder con un chabacano “se evitó derramar sangre”. No, señor jefe de gobierno, el ejercicio del derecho, de la justicia y la aplicación de la ley no son una corrida de toros y menos un rastro.
La fuerza se aplica para contener el vandalismo, para detener a los vándalos y llevarlos ante la ley. La inteligencia del Estado se utiliza para desactivar los poderes fácticos, a las mafias como las de la CNTE. Es ridículo suponer que los ciudadanos quieran enviar al Ejército o la policía contra 5 mil, 10, 15 o 30 mil personas, sean de la CNTE o sean criminales.
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ
8 mayo 2006
Nada justifica acciones cobardes e inhumanas como la del presunto atenquense que patea en los testículos el cuerpo inerte de un policía ni en general las de turbas que se ensañan contra uniformados desvalidos o inconscientes (un verdadero espíritu revolucionario, o de justicia social, no puede permitir ni practicar tales bajezas). Pero mucho menos pueden ser permisibles (y aplaudidas) las acciones de delincuencia organizada que a título de revancha ejemplarizante han practicado las fuerzas policiales federales y del estado de México en San Salvador Atenco, pasando expresamente por encima de cualquier ordenamiento legal y desarrollando abiertamente un terrorismo de Estado.
26 agosto 2013
Por su lado, los profesores impidieron que se diera curso a la citada ley del servicio docente, obligaron a reuniones tanto con la Secretaría de Gobernación como con las coordinaciones políticas de las cámaras, libraron los riesgos del uso de la fuerza policiaca a causa de incidentes extremos en San Lázaro, pero sobre todo en el lance más crítico, el del plantón en las inmediaciones del aeropuerto internacional y recibirán el apoyo de trabajadores de la educación en diversas ciudades del país pero, sobre todo, en la de México, convertida en campo de batalla no solamente política, en donde el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ha resistido con prudencia a las excitaciones represivas que le hacen diversos segmentos del PRI, el PAN y, desde luego, de ciudadanos ofendidos por las molestias causadas por marchas y plantones en vialidades neurálgicas.
CIRO GÓMEZ LEYVA
1 junio 2006
Recuerdo que en mis años de estudiante nos aprendimos una cita de Mattelart que nos decía que la manipulación era la utilización de un lenguaje que encarcela a los protagonistas de un conflicto social entre dos polos irreconciliables: los buenos y los malos; y que utiliza la justificación del orden, la armonía y la tranquilidad para llamar a la represión. Lo único que me queda claro luego de ver una y otra vez las imágenes de Atenco es que veintitantos años después, la frase de Mattelart no puede ser más que una pálida referencia entre muchas. ¿Quiénes son los buenos y quiénes los malos? ¿Justificación al orden? ¿Represión? Atenco ha vuelto a subrayar, por si hiciera falta, que el momento que atravesamos es particularmente incierto y complejo. No caben, por lo mismo, las simplificaciones. Atenco obliga a discernir entre poder y abuso de poder, movimiento social y delincuencia, libertad y barbarie, aceptación y complicidad.
22 agosto 2013
Los diputados se hacen chiquitos ante lo artero
Lo que ocurrió ayer fue lógico con lo que ha venido ocurriendo. Los maestros de la CNTE sitiaron con miles de huestes el Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados se empequeñecieron y concedieron retirar de una minuta aprobada las reformas a la Ley General del Servicio Profesional Docente. Ni más ni menos, la ley que normará la evaluación de los profesores, la que busca mejorar la calidad de los maestros y sancionar a quienes no aprueben. “Será cuestión de dos a tres semanas para que recuperemos el punto y votemos esa ley”, me dijo ayer en la tarde Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados del PRI. Ojalá. Ojalá y lo que presenciamos sea solo un hábil ejercicio para despresurizar las cosas y no una claudicación ante la violencia, lo artero. Ojalá el episodio de ayer sea el final de una etapa en que, con la justificación de evitar un daño mayor, se consiente lo inaceptable. Ojalá a partir de ayer lo artero deje de ser rentable. No se pide fuerza bruta, sino que el gobierno, los gobiernos, la autoridad diriman los conflictos con anticipación e inteligencia, e impongan orden dentro de la legalidad.
SALVADOR GARCÍA SOTO
ATENCO, 4 de mayo 2006
Un alcalde del PRD que no puede resolver un conflicto menor con ocho vendedores de flores, un gobernador del PRI que aplica la fuerza pública para un desalojo sin orden ni estrategia, un presidente del PAN que negoció la ley hace cuatro años y legitimó a un grupo radical que impuso su ley de los machetes; todos y cada uno son responsables de la anarquía y el caos que se vivió en Texcoco y de la muerte confirmada de un joven que cayó en el fuego cruzado de esa tierra de nadie que era ayer el oriente del estado de México.
CNTE, 22 de agosto 2013
La decisión de abandonar el recinto parlamentario es una pésima señal en un momento en el que el descontento popular y las protestas de varios grupos de presión se radicalizan y amenazan con desbordarse ante la incapacidad de los gobiernos. Los políticos demagogos dirán que “es una muestra de prudencia”, que fue una “decisión responsable”; pero en los hechos, la CNTE y otros grupos radicales que ya se le suman, como los Normalistas de Michoacán, ganaron al exhibir a un Poder débil y que tiene que sesionar a hurtadillas.