El gran incendio que amenaza la integridad del Parque Nacional de Yosemite, en California, es hoy ya el séptimo más grande de la historia de este estado tras haber calcinado hasta la fecha más de 72,000 hectáreas, según datos oficiales.

 

El fuego más extenso de los registrados por el Departamento Forestal y Antiincendios de California afectó al condado de San Diego en 2003 y arrasó más de 110,000 hectáreas.

 

Más de 3.700 bomberos trabajan en las tareas de extinción tratando de evitar que las llamas se extiendan al Parque Nacional de Yosemite donde varias de sus emblemáticas sequoias gigantes podrían resultar afectadas.

 

“Hay muchas razones para preocuparnos, y hay muchísimo trabajo por delante”, dijo el portavoz del Servicio Forestal de EE.UU., Lee Bentley, en declaraciones para la televisión.

 

Hasta el momento, los equipos de extinción tienen controlado un 20 por ciento del frente del fuego que continúa propagándose ayudado por el viento, con temperaturas por encima de los 30 grados centígrados acceso de los operativos y las máquinas.

 

El último parte de las autoridades californianas cifró en 111 las construcciones destruidas por el fuego, 31 de las cuales se calificaron como residencias.

 

El fuego también podría amenazar las plantas hidroeléctricas en la región que suministran gran parte de la energía que consume San Francisco. Debido al avance de las llamas las autoridades ya han cerrado dos generadores y la ciudad obtiene su electricidad, temporalmente, de otras fuentes.