Con vistosos atuendos, entre estos el que da movimiento a un nopal, la actriz y cantante Lizeth Rondero acompaña al actor y escritor Felipe Rodríguez, quien interpreta a un fotoperiodista con reminiscencia revolucionaria, pero que cubre la actual guerra contra el narco.
“No se me raje, señor fotógrafo, que somos los mexicanos los que perdemos cuando se acalla una voz; y para eso estamos en el teatro, para transformarlo con humor, así que tome su cámara y siga retratando la realidad y al compás de la apoteosis: ratatatatataplán…”
La voz de Rondero se oye fuerte en el zócalo de Coyoacán, plaza llena y en la que está dispuesto un techado para el montaje de la obra: El País de las Metrallas o Ratatatataplán. Les hace segunda Ix-Chel Muñoz, quien integra con dichos actores la compañía cabaretera y titiritera: El teatro de los sótanos.
Cerca de ahí, en el teatro bar El Vicio, la compañía Las Reinas Chulas; integrada por Ana Francis Mor, Marisol Gasé, Nora Huerta y Cecilia Sotres; ensaya el montaje que una semana después llevará a la explanada de la delegación Tlalpan: la interpretación de cuatro mujeres norteñas, La banda de las recodas, que también evocan al narco al lucir simulaciones de armas largas.
Arte escénico y crítica social se han combinado en los once espacios dispuestos para la celebración del XI Festival Internacional de Cabaret de la Ciudad de México: “con Peña Ajena”, organizado por Las Reinas Chulas y que durante 16 días, entre el 15 y el 31 de agosto, ha reunido a intérpretes de México, Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, Guatemala, Perú, España y Reino Unido.
Con participación de la Secretaría de Cultura del DF, el festival ha llegado a plazas públicas de Coyoacán, Tlalpan y Venustiano Carranza; a los faros Oriente, Milpa Alta e Indios Verdes; así como a las sedes privadas El Vicio, A Poco No, La Sacristía y Centro Cultural España.
24 HORAS charló con algunos participantes en este festival, los que coinciden por reivindicar el género del cabaret y por emprender lo que satíricamente llaman: Cruzada por la Cabaretización.
Con Peña ajena
Para Luz Elena Aranda, organizadora del XI Festival de Cabaret, los actores participantes satirizan en escena “el momento exacto que vive nuestro país frente al resto del mundo: con Peña ajena”.
“El cabaret es un movimiento que se transforma a la par de la sociedad, porque también esta se transforma. Así como los artistas buscan decir lo que piensan, está la necesidad de la gente de ver espectáculos cercanos a ella, cosas que le permitan identificarse con los problemas económicos y políticos que padece.
“Al menos somos 300 los artistas que nos ponemos la camiseta del cabaret; ello en una ciudad enorme y que tiene una gran diversidad cultural. Lamentablemente, el aparato educacional de la televisión limita las opciones del público, y así vemos en los teatros comerciales cosas terribles como ver a los mismos actores que hacen las telenovelas… imagínate. Eso es muy triste, existiendo obras de calidad superior, críticas y propositivas”.
Trasgredir la norma
Actriz y promotora cultural, Nora Huerta es integrante de Las Reinas Chulas, compañía que desde hace 15 años combina el arte escénico con el activismo, al ser dicha mezcla “un mecanismo de cambio social”. Destaca la relevancia que tiene llegar al onceavo festival del género.
“Tras el éxito del festival, vemos que hay mucho público que gusta del cabaret; un arte que para nosotras tiene que ver con la trasgresión y con la crítica, un arte que está influenciado por muchas formaciones, desde las formales hasta las de quienes sienten necesidad de transgredir la norma a través del cuerpo; de expresarse con humor e inteligentemente.
“La esperanza que tenemos los artista es lograr un mayor número de ofertas y en las que la gente pueda decidir, aun cuando esté secuestrada por la televisión. También es fundamental que los actores nos sigamos organizando; que busquemos trascender a los actuales espacios, e ir hacia la periferia de la ciudad; no se diga, a entidades y municipios del país donde la censura no permite, ni por accidente, este tipo de cabaret.”
Apagar la televisión
Fundadora de la compañía Teatro de los Sótanos, Lizeth Rondero apuesta a “irse a la calle” a montar espectáculos de cabaret; asimismo, a “hacer todo tipo de malabares para que la gente nos vea y así decida apagar la televisión”.
“Como artista, tienes enfrente una realidad social que te avasalla; así que tienes qué tomar al toro por los cuernos y entrarle al cabaret, visto este, claro, como espacio de liberación y trinchera: hay que recordar que el teatro callejero era el centro de la información de las personas, de modo que en términos prácticos la apuesta sería lograr aquello mismo hoy, porque sigue siendo necesario.
“Vengo regresando de Buenos Aires, y veo que allá la asistencia a los teatros es enorme; para los argentinos, el teatro es canasta básica, a diferencia de México, donde si bien muchas familias no tienen dinero para pagar la escuela de sus hijos, sí tienen para el cable. Pero más que quejarnos, lo que hacemos es trabajar, desarrollar una alternativas con un mensaje y calidad enorme”.
50 millones de pobres
“Me gusta el tequila, las canciones de Lucha Reyes y también tengo el corazón roto; sobre todo en lo social, por la pobreza económica y realidad de este país”.
Así se expresa la cantante y actriz Marissa Saavedra, quien presenta en el festival la interpretación de: Tequila y canción pa´l corazón, montaje donde satiriza la desgarrada voz de Lucha Reyes, desaparecida intérprete jalisciense de ranchero conocida como La tequilera.
“El cabaret nunca ha desaparecido; la opción está ahí, aunque inmersa en el grave problema económico que tienen las familias mexicanas; también en un ámbito donde se ha complicado la posibilidad que tiene el público de encontrar esa oferta cultural y de acudir a ésta; ello tiene qué ver con los medios de comunicación, prensa, radio y TV, que apenas la difunden”.
Subversión y humor
Actor, artista visual y performancero uruguayo, Alfredo Bellfiore presenta el espectáculo: Farinelli de noche, montaje con el que busca ejemplificar, a través de una remembranza al cantante italiano del siglo XVIII “los excesos en que cae el poder en busca del hedonismo desorbitado”.
“El cabaret es un espacio de reflexión y de autoafirmación de los derechos de expresión humana, ahí hacemos una crítica sociopolítica, porque esto equivale a la libertad, a la subversión y a la provocación, que siempre van de la mano del humor.
“Farinelli ha sobrevivido al tiempo a través de los siglos; no solamente tras la castración que transformó su voz de soprano, de la manipulación de la iglesia que castró su niñez; y aún sobrevive el poder, que lleva al individuo a seguir castrado en materia de sexualidad y de libertad personal”.
Fichar con el público
Con distintas facetas y 25 años de experiencia en teatro, cine y televisión, el actor Pedro Kóminik lleva al XI Festival de Cabaret su espectáculo: Los 50´s por un quinto, donde interpreta canciones que se hicieron populares en las voces de Edith Piaf, Ray Charles, Rita Hayworth, Ella Fitzgerald y Celia Cruz, entre otros.
“Se trata de la nostalgia que nos trae aquella época; de los recuerdos de un período en el que nacieron ritmos gozosos y llenos de vida… Yo amo el cabaret, porque soy un actor que además de conocer muy bien a mi público, suelo fichar con éste, sentarme a su lado y dejarme acompañar.
“Decía Marlene Dietrich que cuando ella cantaba era como si le estuviera haciendo el amor a la gente, Entonces, cuando tú haces el amor, no terminas y te vas; sino que te echas un cigarrito, platicas, etcétera. Esa es la ficha, el cuchareo de ese acto amatorio con el público.
“Además de los momentos mágicos de los 50 –de cuando en México veías a Pedro Vargas o a Toña la Negra, o en Hollywood a Frank Sinatra y a Peggy Lee–, aquella época fue de reconstrucción mundial, tras la posguerra; de reconstrucción de los edificios, pero también del individuo en el sentido de nación.
“Pienso que México esté ahora mismo urgido de esa reconstrucción de país, en los que mucha gente ha venido perdiendo a esposos, hijos y otros familiares en la infausta guerra contra el narco; entones, yo veo también esa necesidad de la gente para reconstruir el entorno íntimo, el sentido de país.
“La gente necesita sentirse reconectada con la realidad que enfrenta y este ámbito lo es también el cabaret. Ahí, la política no es venir a pensar en PAN, PRI o PRD, porque el cabaret es mucho más que eso: ahí vas a ver lo que no ves en la tele o en el cine, y eso es lo hace particularmente vivo.
“El lema del festival: con Peña ajena, no nos aleja al público priista; sino al contrario, los foros se han llenado de priistas; como lo vi hace años, cuando interpreté La Martha del Zorro y fueron a verla todos los panistas de México… menos uno: el zorro que tuvo miedo de llegar.”
Miércoles 28
Fuente Vacuna: El Imperio Contra Odessa / 8:00 pm
Centro de las Artes Santa Úrsula (CASU)
Los 50’s por un Quinto / 9:30 pm
Bar El Vicio
Jueves 29
¡En la Matria! / 9:30 am
Bar El Vicio
Rescate Emotivo (¡No Pasa Res!) / 5:00 pm
Faro de Milpa Alta
Instintos Ocultos / 7:00 pm
Centro Cultural de España
¿Dime Cómo Amas y te Diré qué tan Jodido Estás? / 8:30 pm
Foro A Poco No
Viernes 30
Instintos Ocultos / 7:00 pm
Explanada Delegacional Tlalpan
Les Migrants Quartet: De Cómo Ser Feliz Sin Migrar en el Intento / 8:00 pm
Bar La Sacristía
Farinelli de Noche / 8:30 pm
Foro A Poco No
Fuente Vacuna: El Imperio Contra Odessa / 10:30 pm
Bar El Vicio
Sábado 31
Fuente Vacuna: El Imperio Contra Odessa / 3:00 pm
Faro de Oriente
Cositas que Tiene Guardado el Amor / 5:00 pm
Kiosko de San Miguel Xicalco
Los 50’s por un Quinto / 7:00 pm
Foro Cultural Coyoacanense Hugo Argüelles
El Lado Oscuro de la Fuerza / 8:00 pm
Foro A Poco No
Clausura – Instintos Ocultos / 10:30 pm
Bar El Vicio