El grupo chií libanés Hezbolá, que participa en los combates en Siria junto al régimen de Damasco, auguró hoy el fracaso de cualquier intervención militar extranjera en ese país y rehusó revelar su posición ante un eventual ataque.
“Seguimos el asunto de un posible ataque contra Siria y decidiremos nuestra postura en el momento oportuno”, afirmó el responsable de Hezbolá y ministro saliente de Agricultura libanés, Husein Hajj Hasan.
En una declaración a la cadena de televisión “Al Mayadin”, Hasan indicó que el objetivo del ataque podría ser debilitar al Ejército sirio, pero opinó que será un fracaso.
Hezbolá participa en los combates en Siria junto al ejército del presidente Bachar al Asad, pese al acuerdo entre las fuerzas libanesas de mantenerse alejadas de los conflictos regionales, en especial del país vecino.
Por su parte, la libanesa Yihad Islámica condenó en un comunicado “cualquiera agresión estadounidense u occidental contra Siria”.
“Somos un movimiento de resistencia islámica y no aceptamos ninguna agresión externa contra un país árabe o musulmán”, agregó la nota, que abogó por una solución política.
El presidente libanés, Michel Suleiman, rechazó hoy también una posible intervención militar en Siria e instó a la búsqueda de una solución política al conflicto en el país vecino.
Ayer, el ministro libanés de Asuntos Exteriores, Adnan Mansur, afirmó que un ataque militar contra Siria tendría “repercusiones negativas” en toda la región y alertó de que su país responderá si Israel aprovecha este contexto para atacar el Líbano.
Las amenazas contra Damasco por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia, entre otros, se han disparado desde que hace una semana la oposición siria denunciara la muerte de más de mil personas en un ataque químico del régimen contra la periferia de Damasco.