La industria azucarera y refresquera anticipan un alza de al menos 20% en el precio de las bebidas azucaradas, por una propuesta que posiblemente esté contenida en la Reforma Fiscal a ser presentada por Enrique Peña Nieto el próximo 8 de septiembre.

“La cadena productiva de la caña de azúcar, ingenios, proveedores, refresqueros y pequeños comerciantes rechazan la propuesta de aplicar un impuesto adicional al refresco, al considerar que afectará a las familias de menores ingresos”, afirmaron la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIA) y la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC).

 

Las dos agrupaciones empresariales manifestaron que un impuesto adicional a los refrescos tendrá efectos recesivos, regresivos, inequitativos y desproporcionados.

 

“Ya pagamos impuestos y más de lo que nos toca, entonces un impuesto adicional es una situación grave”, advirtió Juan Cortina Gallardo, presidente de la CNIA.

 

El impuesto a aplicarse al refresco al consumo se cobrará directamente a los mexicanos que tomen las bebidas, dijo el empresario en una conferencia de prensa en donde estuvieron presentes otros organismos empresariales en contra del impuesto.

 

Hasta este momento, no se sabe si el gravamen viene contemplado en la Reforma Fiscal, pues se ha negociado de manera cerrada, como lo fueron en otros de los cambios estructurales, señaló Cortina Gallardo.

 

“Lo sí queremos es estar seguros que si se llega a tomar una decisión sea bien informada”, dijo el inversionista que apoyó a Enrique Peña Nieto, cuando era candidato a la presidencia de la República.

 

“Ante ustedes está una cadena totalmente integrada e unida, la cual paga más de 4% de los impuestos que son recaudados como país”, dijo Cortina.

 

Gravar a los refrescos provocará una caída de 26% de las ventas anuales de la industria refresquera, así como se reducirán la compra de azúcar y empaques, contratación de servicios de transporte, así como habrá una pérdida de mano de obra directa, dijo Emiliano Herrera, director general de la ANPRAC.

 

“También habrá una disminución de la productividad de la cadena caña de azúcar y refresco, pues se crearán menos empleos”, explicó.

 

“Con un impuesto de este tipo se consumirán refrescos de menor precio, se tomarían aguas frescas, otras bebidas o alimentos o agua potable”, comentó Herrera.

 

“Un impuesto no va resolver el problema de la obesidad del país, ya que requiere de múltiples soluciones para el mediano y largo plazo”, señaló Juan Cortina Gallardo.

 

“Si nos enfocamos en una solución miope de impuesto a los refrescos y demonizar un producto como es el azúcar nada resolverá el problema de la obesidad”, manifestó el representante de los ingenios azucareros.

 

La industria azucarera tuvo una zafra récord de casi siete millones de toneladas, pero también se está inmerso en una crisis por la caída de los precios del endulzante, dijo el presidente de la CNIA.

 

“Los ingreso de la industria azucarera han caído 40% de un año a otro”, agregó el empresario.

 

Los ingenios han dejado de ganar 15 mil millones de pesos, debido a la baja del precio del azúcar, dijo Carlos Blackaller Ayala, Presidente de la Unión Nacional de Cañeros.

 

“Ese es un dinero que no llega a la cadena productiva ni a los 277 municipios rurales, donde se encuentran operando 57 ingenios”, dijo el líder sindical.