Científicos del Instituto de Biotecnología Molecular de la Academia Austriaca de Ciencias (IMBA) en Viena, crearon un “mini cerebro”, del tamaño de una semilla, a partir de células madre humanas, con una estructura neuronal similar a la del cerebro de un embrión en desarrollo.
Estos organoides cerebrales, como son conocidos en el ámbito científico son el mejor modelo vivo de cerebro humano que se haya creado jamás.
Los científicos del IMBA han utilizado estos cerebros para investigar trastornos neuronales, microencefalia y los principales motivos por los que un cerebro no se desarrolla eficazmente.
Esta creación es una de las más notables en el ámbito científico de los últimos años, y sus beneficios serán tangibles no sólo en el ámbito científico, sino también en otros sectores económicos:
“Además de la posibilidad de nuevos conocimientos sobre el desarrollo de los trastornos del cerebro humano, los minicerebros serán de gran interés para la industria farmacéutica y química”, dijo Madeline Lancaster, primera autora del estudio de los mini cerebros al Financial Times.
Los científicos de Viena hicieron crecer estos mini cerebros a partir de células madre inducidas, tanto de embriones como de tejidos adultos y mediante un cultivo especial recrearon el ambiente de desarrollo de un sistema nervioso provocando su crecimiento, mismo que se detuvo en dos meses hasta alcanzar los cuatro milímetros de diámetro.
Por su tamaño se parecen al cerebro de un embrión de nueve meses de gestación, es decir, cuenta con estructuras neuronales bien definidas, incluyendo una corteza cerebral y de retina. y lo más sorprendente, sus neuronas muestran actividad eléctrica.