Para Juan Antonio González Moreno, presidente del Consejo de Administración de Gruma, no ha sido nada fácil la conducción de la harinera más grande del mundo, ya que extraña la presencia de su padre, Roberto González Barrera, quien falleció hace un año en Houston, Texas.
“Se extraña en la parte de la comunicación diaria con mi padre, porque estaba acostumbrado a reportarle a él desde hace más de 35 años”, cuenta el responsable de la compañía a 24 HORAS.
“La disciplina y responsabilidad son las principales enseñanzas que heredé de mi padre, las cuales me han servido para dirigir las operaciones de la harinera en Estados Unidos, México, Centroamérica, Europa, Asía y Oceanía.
“(En 2014) vamos a construir tres nuevas plantas; dos en Europa y una en Asia, así como tendremos un programa de aumentar la capacidad de producción en Estados Unidos”, adelanta el hijo del empresario regiomontano conocido como El Maseco.
Los planes de expansión se centrarán en España y Alemania, así como Malasia, mercados donde ya se participa, pero son surtidos con materia prima importadas de otras fábricas de la empresa.
“Vamos invertir en plantas y vamos invertir en expansión del mercado asiático entre 80 millones de dólares y 100 millones de dólares para el año que entra”, agrega el hombre que asumió la presidencia en diciembre de 2012.
La empresa fue fundada en 1949 en Nuevo León emplea a 19 mil personas y cuenta con 85 plantas en el mundo. En 2012, logró ventas netas por cuatro mil 200 millones de dólares de las cuales 59% provinieron de las operaciones del extranjero.
La firma tiene entre sus principales actividades la producción y venta de harina de maíz y trigo, así como tortillas y productos relacionados.
Ayer, las acciones de la empresa cayeron 1.48% en la Bolsa Mexicana de Valores, luego de que terminarán a un precio de 69.45 pesos por título.
—¿Ha sido difícil conducir Gruma, tras la muerte de su padre? —, se le pregunta al también consejero patrimonial del Grupo Financiero Banorte.
—Pues sí y no… He estado colaborando en la empresa durante toda mi vida, y tuve la fortuna de nacer en la familia González Moreno. Lo más importante cuando hay una muerte en la familia es la continuidad, en este caso la experiencia que tengo en el grupo me ha dado lo posibilidad de seguir adelante y al frente de la firma.
—¿Qué fue lo más difícil?
—Se le extraña…
El empresario Roberto González Barrera falleció el 25 de agosto de 2012 a la edad de 81 años de edad en la ciudad de Houston, debido las complicaciones de un cáncer pancreático.
El empresario nació en Cerralvo, Nuevo León, el 1 de septiembre de 1930, en el seno de una familia humilde y trabajadora.
El Maseco fue uno de los empresarios más importantes del país, porque fundó la productora de maíz y tortillas más grande del mundo y el Banco Nacional del Norte, mejor conocido como Banorte.
—¿Por qué separar Banorte y Gruma?
—Porque son negocios completamente diferentes, pero el patrimonio de la familia está divido dentro de la harinera Gruma y el banco Banorte.
Juan González ha tenido momentos de éxito y otras de disputa. Por ejemplo, encabezó una fuerte compra accionaria y pelea con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
—¿Qué le pasó a Gruma en Venezuela?
—Venezuela es un país que ha tenido cambios políticos muy fuertes, desde la administración de Hugo Chávez, que decidió expropiar las compañías cementeras. Sin embargo, a su muerte la presión continúo a todas las compañías extranjeras que hemos estado invirtiendo ahí y nos han realizado algunas intervenciones. Las empresas de Venezuela ya no se contabilizan en la operación de Gruma.
En junio de 2012, la harinera mexicana interpuso una demanda ante el Banco Mundial contra el gobierno de Venezuela, quien le expropió sus plantas de sus dos fialiales. En este momento aún no se sabe la decisión final.
—¿Qué ganó Gruma con la compra accionaria de la estadunidense Archer-Daniels-Midland?
—La compra nos dio 23% de las acciones que ellos tenían desde 1996, cuando las compraron, entonces volvieron a ser parte del patrimonio de Gruma.
En diciembre del año, Gruma compró por 450 millones de dólares la participación de la estadounidense ADM, que tenía en la productora de harina y tortillas de maíz.
La compra fue financiada por créditos puente a un año por 400 millones de dólares, liderados por Goldman Sachs, y el uso de una línea de crédito de largo plazo.
La operación también incluyó las participaciones minoritarias que ADM tenía en las subsidiarias Azteca Milling, Molinera de México y Gruma Venezuela.
—¿Continuará con el legado de Roberto González Barrera?
—Ese es mi trabajo y mi responsabilidad es preparar a una Gruma para los siguientes 20 años.
—¿Cómo ve la economía mexicana?
—México se encuentra en una buena posición económica y está atrayendo bastante inversión del extranjero y es una buena visión de la confianza de los inversionistas en el futuro que tienen en el país.