Encabeza el Billboard con sus últimos tres discos, logra el reconocimiento universal de la prensa especializada, vende millones de copias, gana el Grammy y el MTV Video Music Award, sus canciones se convierten en base de los setslists obligados de los DJ’s élites en el mundo, es una joya refulgente del mainstream mundial… suena al clásico trayecto de las muñecas plásticas que las disqueras inventan a destajo para continuar su lucrosa industria (salvo honrosas GAGAexcepciones), sin embargo, una inmigrante ceilandés demuestra nuevamente que los reduccionismos son peligrosos porque en muchas ocasiones roban desmerecidamente la esperanza.

 

La música es un lenguaje, el músico habla ese idioma para expresarse más allá de las palabras, para hacerlo es necesario tener ideas las cuales son producto de una enriquecida lingüística sonora; sin embargo, el secreto para trascender radica en tener algo interesante que expresar. Con ustedes: Mathangi “Maya”Arulpragasam: M.I.A.

 

Y no, para ella no fue tan fácil y sencillo como el paso que tuvieron las topstars producidas desde Disney Channel, muchas de ellas celebrités desde su infancia; la de Maya se desarrollaba durante la cruenta guerra civil de Sri Lanka, la fama de su padre no se debía a sus influencias con los hombres de la industria del entretenimiento sino algo mucho más peligroso y loable.

 

Arul Pragasam es un exguerrillero y activista político, miembro fundador del EROS, organización política estudiantil que comprometió aún más la ya complicada situación de la familia de Maya por su postura contra un gobierno que no tenía prejuicios por disparar a las escuelas si en ella se encontraban hijos de rebeldes; por una década vivieron de villa en villa con un bajo perfil en una sociedad amordazada donde las personas no tenían derecho alguno, mucho menos la felicidad.

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Vio explotar su escuela a los 10 años y cuando los combates llegaron a su cúspide violenta, ella y muchos de sus familiares fueron ultimados; Missing in Action (acrónimo de M.I.A.), desaparecido en combate, no es otro nombre rimbombante que algún novoartista anglosajón toma de su cultura probélica, y para quien el verdadero terror de la guerra se muestra en los videojuegos. Es un homenaje permanente que no paró en su afortunado exilio a Inglaterra.

 

Si bien el peligro mortal cesó, en Londres enfrentó el cotidiano racismo de Occidente, con muchas penurias. Su madre Kala la sacó adelante, Maya aprovechó el nuevo entorno para dominar el inglés, su andar como adolescente no fue sencillo pues tampoco encajó en la comunidad sudasiática londinense, fue el descubrimiento del Hip Hop a finales de los 90 lo que cambió su vida.

 

El arte le permitió una herramienta para comunicarse mientras el idioma seguía siendo una barrera, curiosamente no fue por la vía musical sino por la pintura por donde Maya encontró cauce. El talento es innegable, máxime cuando eres admitido para estudiar fine arts en Central Saint Martins College.

 

La joven tamil estudió también cine y empezó su carrera artística, la cual no tendría lógica en obedecer el “deber ser” y tras sus primeras vanguardistas exposiciones ganó varios reconocimientos.

 

Regresó 16 años después a su país natal para hacer un documental pero la realidad se impuso y fue imperativo regresar por la hostilidad que enfrentó. Fue entonces que el destino tiró los dados con el cosmos como dealer.

 

En su etapa formativa ella hizo el arte para Elastica y les filmó un documental sobre su gira en América, el conocer a Justine Frischmann le abrió las puertas a la avanzada musical inglesa. En otro hado divino fue compañera de clase de un emblema de la música electrónica: su majestad Peaches, ícono mujer-músico-independiente, fue la encargada de que el Roland MC-505 y Maya se conocieran. Fue en ese momento donde el potencial se alineó con la creación y el mito formalmente fue creado.

 

M.I.A. no es un producto, si acaso es un proyecto perfectamente elaborado desde todas sus aristas. Maya no explota sexualmente su imagen, sus letras (la gran mayoría vastas) no hablan de riqueza, collares de oro, sexo libertino o el amor light tipo Norah Jones. Su genialidad consistió en componer y producir de la mano de titanes como Blaqstarr, Rusko, Swith, entre otros, para crear un mundo exquisito de ritmos que van del Hip Hop al Funk brasileño (un encanto irresistible para poner al cuerpo en movimiento) con letras contestatarias, ¿quién bailaría mientras escucha letras políticas y de protesta? Sólo basta escuchar 20 dollar para constatarlo.

 

Sunshowers es un delicioso ejemplo, su video cambió los paraísos da Aruba o Ibiza para mostrarnos una villa sudasiática con toda su alegría nativa… y toda su recalcitrante pobreza. M.I.A aparece sin peinado de salón, si indumentaria Nike (a quien cachetea en la letra) ni voluptuosos modelos y bailarines. El video tiene millones de reproducciones en Youtube y no hubo “DJ party” en que no fuera tocada. Paper Planes plasmó la realidad del suburbio racista, violento y cundido de criminales al que llegó su familia; su vestimenta y movimientos no son los estereotipos que inundan los canales de videos, y la gente supo reconocerlo.


Desde Bob Marley quizá sólo RATM y Massive Attack habían masificado un mensaje político con el mainstream musical; sin embargo Bad Girls ha roto todos los tabús actuales y en su video M.I.A. muestra árabes (enemigos del establishment anglosajón occidental) divirtiéndose en impresionantes acrobacias de autos (Maya forma parte de ellas) con el desierto y como fondo una ácida crítica al “Live Fast, Die Young”

 

Entender el éxito de M.I.A. dicta un camino contra el conformismo consumista y el vacío de valores que distingue al grueso de la caballada en la industria del espectáculo.

 

Regala un suspiro para los nuevos “talentos” donde el trasfondo de vivencias de un ser humano y su traducción artística crea trascendencia. M.I.A. tiene claro sus orígenes culturales y artísticos, es una ciudadana del mundo que hace suya la misión de que a través de sus vivencias (pasadas y futuras) logre inspirar una alternativa ante el bombardeo mediático que impone el corporativismo globalizado.

 

La congruencia es un camino largo que no permite traspié, su muy esperado (y pospuesto) MATANGI ha presentado su segunda credencial, “aTENTion, colmado de momentos, dinámicas y definitivamente más trabajado (mix de más de 8 minutos de duración) cuya complejidad sonora no impide que uno baile como loco. Ella ha madurado y quizá espera su lanzamiento en diciembre para que 2014 sea su año.

 

Una mujer tamil que le canta al mundo de persona a persona… tenía rato que eso no pasaba en nuestro vecindario.