La mejor manera de cambiar la imagen de uno mismo es amar y aceptar todo lo que somos. Dejar de compararnos con los demás y estar agradecido de lo que se tiene.
Renovar el autoimagen es posible, tan sólo es necesario cambiar los pensamientos negativos que se alimentan en la mente y arriesgarse a intentar cosas nuevas. También es recomendable evocar buenos recuerdos de aquellas ocasiones en que se ha tenido éxito en algo que uno creía que no iba lograr.
Cada quien es capaz de alcanzar más de lo que piensa. La clave está en creer en uno mismo e intentarlo. Nunca hay que darse por vencido ni dejarse afectar por lo que otras personas piensen de uno.
A continuación, unos consejos para elevar el autoestima. Si se ponen en práctica, es posible el cambio.
* Encontrar y reconocer las capacidades personales. Todos tenemos áreas de fortalezas. Cada quien es bueno en algo, así que hay que descubrir qué es y sentirse orgulloso de ello. Hay que hacer cosas para brillar.
* Compararse con uno mismo. Si se analiza cómo era uno ayer y cómo es hoy, descubrir que ha mejorado es estupendo. Si no se ha mejorado, entonces es la oportunidad para darse cuenta que hay que esforzarse más. No es saludable compararse con otras personas porque, por ejemplo, decir que uno pobre si se compara con la reina de Inglaterra nos va a entristecer sin remedio.
* Ser positivo en la vida. Al ver la parte positiva de las cosas se tienen más posibilidades de éxito. Las cosas negativas hay que afrontarlas y tratar de cambiarlas, pero no hay que perderse en ellas y dejar de disfrutar del resto.
* Aprender a aceptar cumplidos. Es difícil aceptar un cumplido o piropo, pero si los demás tienen buena opinión sobre uno, quizá uno también debería tenerla.
* Admirar la belleza que te rodea. Hay que mirar hacia afuera y disfrutar de la gente que uno quiere, del paisaje, del clima… Recrearse en el sentimiento de gratitud.
* Tener un momento exclusivamente para uno, para hacer algo que nos guste y… ¡vivirlo!
La auto-aceptación es fundamental porque es el primer paso al cambio. Si uno no se acepta a sí mismo, no se puede modificar la imagen que los demás tienen sobre nuestra persona.
Al ser uno mismo y mirarse de un modo más amable y sin compararse con otros, el autoimagen cambiará y, como consecuencia, el autoestima mejorará.