LONDRES. David Frost, el periodista británico que cobró fama mundial por la serie de entrevistas al ex presidente estadunidense Richard Nixon, en marzo de 1977, falleció ayer a los 74 años.

 

Nixon, el mandatario que tres años antes fue obligado a renunciar por el llamado Caso Watergate, aceptó el exhaustivo interrogatorio de Frost.

 

El último día de las entrevistas y ante su propio desconcierto, Frost escuchó al republicano pedir perdón a los estadunidenses, por primera y única vez, por sus actos en ese escándalo político.

 

En lo que fue su mayor éxito periodístico, el periodista escuchó al político disculparse por poner “al pueblo estadunidense por casi dos años en agonía innecesaria”.

 

Atrás de esa frase estaba el trabajo de convencimiento de Frost para que Nixon hablara ante la cámara en varias sesiones que sumaron unas 29 horas de grabación a lo largo de cuatro semanas, y cada sesión duró casi dos horas.

 

A cambio, el ex presidente recibió 600 mil dólares y una parte de las regalías por la transmisión. La primera grabación fue el 23 de marzo.

 

En la última sesión, y urgido por sacar a la luz el Caso Watergate, la primera pregunta del periodista fue:

 

-Sr. Presidente, ¿por qué no quemó las cintas de Watergate?- y agregó -¿Nos explica cómo se vio inmerso en esto, cuáles fueron los motivos? ¿Iría más allá de los errores? Las palabras no parecen suficientes para que la gente lo entienda.

 

-¿En qué palabras lo expresaría usted?-, pregunto Nixon.

 

-¡Oh, Dios! No esperaba. Creo que hay tres cosas que me gustaría escucharle decir, que el pueblo estadunidense quiere escuchar. Una es: tal vez hubo algo más que errores. Hubo mala conciencia, más allá de si existió crimen o no. Segundo, y lo digo sin cuestionar sus motivos. Abusé de mi poder como presidente, no honré lo que encarna la Oficina Oval. Y tres: sometí al pueblo estadunidense a dos años de agonía inútil y pido disculpas por ello. Sé lo difícil que puede ser, pero la gente lo necesita y a menos que usted lo diga, le va a pesar el resto de su vida-, respondió Frost.

 

-No ando por ahí con la idea de que fui víctima de un golpe o una conspiración. Yo mismo me derribé. Les di la espada: ellos la clavaron y la hundieron con gusto. Defraudé a mis amigos, al país, a nuestro sistema de gobierno. Los sueños de toda esa gente joven que le da duro al gobierno, porque piensa que es corrupto. Más aún: perdí la oportunidad de tener dos años y medio para perseguir proyectos y programas, para construir una paz perdurable-, dijo Nixon.

 

En 2009, Frost escribió “al escuchar esa frase, no podía creer lo que escuchaba”, con respecto a que su tarea era “mantenerlo hablando sobre el tema lo más posible”.

 

Desde entonces, cuando alguien le preguntaba cuál fue el contrapunto en su carrera, él respondía que fue la entrevista con Nixon. Esa proeza se inmortalizó en la película: Frost/Nixon.

 

Ayer, el primer ministro británico David Cameron declaró: “las entrevistas con Nixon figuran entre los grandes momentos de las transmisiones, pero hubo otras entrevistas brillantes”.

 

A lo largo de 50 años, Frost hizo preguntas incisivas a numerosas personalidades públicas, fue el único en entrevistar a los seis primeros ministros británicos que fungieron entre 1964 y 2007 y a los siete presidentes de Estados Unidos en funciones entre 1969 y 2008.

 

Frost comenzó como conductor de programas de televisión cuando todavía era estudiante en la Universidad de Cambridge. A principios de la década de 1960, pasó a conducir el programa satírico de noticias de la BBC The Week That Was.

 

Posteriormente, estuvo a cargo de The Frost Report” y el dominical Breakfast with Frost. Su frase de rúbrica era: “Hola, buenas tardes y bienvenidos”.

 

Frost falleció de un ataque cardiaco el sábado por la noche a bordo del crucero Queen Elizabeth, donde iba a dar un discurso, dijo su familia.

 

La empresa de cruceros Cunard dijo que la nave acababa de zarpar el sábado del puerto de Southampton, Inglaterra, en un crucero de 10 días por el Mar Mediterráneo.

 

Su muerte fue confirmada  por un vocero de Al Jazeera, emisora en la que desde 2006 Frost conducía un programa. REDACCIÓN