El peso mexicano registró una depreciación frente al dólar de 0.46% respecto al cierre previo, con lo que alcanzó un nuevo máximo en el año al colocarse en 13.4664 pesos por dólar, en una sesión marcada principalmente por un regreso del nerviosismo a los mercados financieros a nivel global.
De acuerdo con la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, la incertidumbre ocurrió luego de que se publicara el ISM manufacturero de agosto en Estados Unidos, el cual señaló la expansión más acelerada en 26 meses para dicho sector.
Por lo que los resultados de dicho índice, que se ubicó en 55.7 unidades, alimentaron la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) de ese país anuncie un recorte a los estímulos monetarios en su reunión del próximo 18 de septiembre.
La especialista considera que debido a lo anterior, el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se colocó en 2.85% la tarde de este martes, cuando en la mañana alcanzó un máximo de 2.91%.
De igual forma, indica que el avance del dólar respecto a la moneda mexicana también tuvo como origen un aumento en la aversión al riesgo por parte de los inversionistas, ante la posible intervención militar de Estados Unidos en Siria.
Y concluye que en el corto plazo, dichas especulaciones han tenido un impacto directo sobre las tasas de interés y el tipo de cambio, el cual alcanzó este día un nuevo máximo en el año, al colocarse en 13.4664 pesos por dólar en las cotizaciones interbancarias a la venta.
Mientras, las principales bolsas de valores de América registraron hoy altibajos, tras una sesión en la que las alzas fueron encabezadas por el Merval de Buenos Aires (2.06 por ciento) y las bajas por el IPC de México (1.46 por ciento).