Esencialidad, más allá de un formal minimalismo, es la base del concepto interiorista de este hotel en el que materiales, colores y lugares buscan definir ambientes amigables.
La combinación de aventuras estilísticas con detalles históricos perfila una experiencia emocional sustentada en el flujo de la imaginación. Es una fusión del sex appeal europeo con el estilo SOHO, matizado a la manera del sur de California.
CLÁSICO CALIFORNIANO
Fannie Keating decidió construir este inmueble como un tributo para su difunto marido George J. Keating. Para ello eligió como arquitectos a los hermanos Reid, figuras de la época y reconocidos especialmente por el Hotel Del Colorado. La obra tuvo un costo de 135 mil dólares, cifra récord para la época y la región. Su distintiva fachada de reminiscencias romanescas
Entre sus inquilinos más célebres estuvieron Henry Lord Gay, fundador del American Institute of Architects; T.J. Sloan, un reconocido fotógrafo de la época y el San Diego Trust & Savings Bank, cuya bóveda continúa en el sótano de forma original. Otro dato curioso es que el inmueble fue escenario de la serie televisiva de los 80 Simon y Simon: la oficina de los detectives se localizaba en este edificio.
“San Diego es una hermosa ciudad que ha logrado la proyección para ser una metrópoli de talla mundial. Nos sentimos afortunados ser una parte de esta evolución creadora. The Keating es el primer hotel boutique auténticamente urbano: combina arquitectura histórica, diseño de vanguardia y servicios innovadores, además de la presencia imponente del concepto Pininfarina, que tuvo con esta obra su debut en el terreno de la hotelería”, advierte Robert Watson, fundador de BOND Urban Habitat, operadora del inmueble ubicado en la esquina de la 5ª. Avenida y la Calle F, una de las áreas más exclusivas.
“En mis diseños siempre mantengo el objetivo de hacer que la gente se sienta segura, relajada y en un estado confortable. El esquema básico del concepto fue la promoción del diseño por sí mismo, sustentado en la inherente presentación de todos los productos implicados y dispuestos para su uso. Busqué, desde luego, que la estancia en el hotel significara una experiencia única”, advierte el diseñador Paolo Pininfarina, uno de los herederos y presidente de la firma fundada en 1930 y cuyas ideas han marcado exitosamente el derroteo de firmas como Ferrari, Alenia Aeronautica, Lavazza, Motorola y 3M, entre otras.
DE PURO LUJO
Lino italiano de Frette, equipo electrónico de Bang & Olufsen, máquina de expreso de Lavazza, accesorios de Boca Terry y de Dornbracht; así como un mosaico de detalles concebidos por los creativos de Pininfarina son elementos distintivos del original concepto.
“Es un manifiesto pleno del diseño italiano en sintonía con un concepto racional de distribución y funcionamiento. La estética moderna y la innovación creativa entraron en juego con los intrincados detalles históricos del inmueble, creando una experiencia irrepetible en términos de forma y función. Fue una oportunidad increíble de participar en un proyecto único, plenamente emocional, en un destino urbano emergente pleno de vitalidad”, recalca Paolo Pininfarina.
En la redefinición del concepto se eliminaron los muros interiores, haciendo evidente la nueva interpretación del espacio. Esto asimismo marcó una ruptura evidente con la tradicional división de zonas calientes y frías, traducido cotidianamente como el área de la recámara y la del baño.
Una de las áreas decisivas de la propuesta es el lounge subterráneo, ubicado precisamente en el área de la antigua bóveda. A la par de una imaginativa coctelería, resalta el color rojo dominante, remarcado en la exposición de los ladrillos originales del edificio.
En contraste, resalta el bar de concepto high-tech, definido sustancialmente en materiales como aluminio y acero; así como con un original juego de luces y cortinas que de manera sutil, pero puntual, definen áreas y marcan un concepto de privacía. El punto climático de este desarrollo lúdico es The Vault, el fastuoso wine bar perfilado con el característico ladrillo rojo del edificio, en el que resalta visual y conceptualmente la presencia de la edición limitada de vinos Pininfarina, integrada con algunas de las más finas expresiones de los viñedos de Italia.
Fotos: Cortesía The Keating