BRASILIA. La visita de Estado que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff tiene previsto hacer a Washington el 23 de octubre próximo pende de un hilo, tras revelarse que sus comunicaciones fueron espiadas por agencias estadunidenses. Brasil pidió “explicaciones” por escrito al gobierno de Barack Obama y mientras las espera, Rousseff coincidirá con su homólogo estadunidense en la ciudad rusa de San Petersburgo, el jueves y viernes en la Cumbre del G20.

 

Si la respuesta de EU satisface al gobierno brasileño, se confirmaría la visita de Estado de Rousseff a Washington, la primera de un mandatario brasileño a la Casa Blanca desde 1995.

 

El espionaje a las comunicaciones de la mandataria y sus asesores se reveló el domingo en el canal brasileño de televisión Globo, que presentó documentos que revelan la forma en que fueron espiados los teléfonos y los correos electrónicos de Rousseff. Se ignora si esas actividades ya cesaron.

 

Mientras, el Senado instaló una comisión que investigará cuáles empresas de telecomunicaciones brasileñas colaboraron en la transferencia de información a la agencia de espionaje de EU. Ese grupo, presidido por la senadora comunista Vanessa Grazzioti, debe rendir un informe en 180 días sobre sus pesquisas. Como un segundo paso, ayer se pidió que la Policía Federal resguarde a Glenn Greenwald y a su compañero, David Miranda.

 

El material sobre el espionaje fue proporcionado al periodista Greenwald, columnista del diario británico The Guardian, quien a su vez lo obtuvo de Edward Snowden, ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional (ASN) de Estados Unidos, asilado temporalmente en Rusia, donde se reunirá el G20.

 

Los documentos describen cómo opera el sistema de la ASN para que los servicios de inteligencia de Estados Unidos conozcan el contenido de las comunicaciones entre Rousseff y sus asesores. Ante esas revelaciones el gobierno de Brasil reaccionó convocando al embajador de Estados Unidos en el país, Thomas Shannon, y exigió explicaciones “rápidas y por escrito” al gobierno de Obama.

 

Más de 24 horas después de conocerse esos nuevos documentos de Snowden, no había habido ningún comentario oficial en Estados Unidos sobre el enorme malestar de un país “amigo” con el que existe una “asociación estratégica”, en palabras de Figueiredo. EFE

 

Assange demanda a ex militar que lo espió

 

BERLÍN. El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, demandó ante la fiscalía alemana a un antiguo soldado estadunidense que lo habría espiado durante un congreso en Berlín en 2009, según publicó el Süddeutsche Zeitung y la Televisión del Norte de Alemania (NRD). Ambos informan que el ex soldado habría espiado a Assange en un congreso del Chaos-Club, celebrado en Berlín en 2009, y del que elaboró un reporte clasificado como “altamente confidencial”. El ex militar permaneció en Stuttgart entre 2006 y 2010 y su misión salió a la luz en el juicio a Bradley Manning, cuando compareció como testigo de la parte acusadora. EFE