HELSINKI, Finlandia. Microsoft compró lo que queda de Nokia, por siete mil 200 millones de dólares.

 

La adquisición se produce en momentos en que Microsoft busca un nuevo líder. Hace apenas dos semanas, Ballmer, de 57 años, anunció que dimitirá como director general a más tardar en 12 meses.

 

Stephen Elop, quien dejó Microsoft en 2010 para convertirse en director general de Nokia, dejará el cargo de presidente y director general de la compañía para convertirse en vicepresidente ejecutivo de dispositivos y servicios de Nokia.

 

El acuerdo ha alimentado las especulaciones de que Elop va a surgir como uno de los principales candidatos para suceder a Ballmer.

 

Microsoft espera completar el acuerdo a principios del próximo año. Si ese calendario se cumple, cerca de 32 mil empleados de Nokia se trasladarán a Microsoft, que actualmente cuenta con unos 99 mil trabajadores.

 

Microsoft está dispuesto a hacer una apuesta de siete mil 200 millones de dólares con la idea de que ser dueño del negocio telefónico de Nokia le ayudará al gigante del software a hacerse de una tajada mayor del mercado de la computación móvil, controlado por Apple y Google.

 

“Es un paso audaz en el futuro, un acuerdo en el que ganan los empleados, los accionistas y los consumidores de ambas empresas”, dijo el martes en la sede de Nokia en Finlandia el director general de Microsoft.

 

Microsoft, con sede en Redmond, Washington, se ha visto forzada a evolucionar porque la gente vive cada vez más conectada a teléfonos inteligentes y computadoras en formato tableta, haciendo que baje la demanda por las PC.

 

El acuerdo con Nokia representa la segunda adquisición más cara en los 38 años de historia de Microsoft, detrás de la compra por ocho mil 500 millones de dólares de Skype. Tony Bates, quien dirigía Skype, también es considerado un posible sucesor de Ballmer.